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Ruta Sonora

No hubo censura: director de Ibero 90.9

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uerte polémica se desató el 21 de septiembre, cuando por la tarde se despidieron del aire en la emisora Ibero 90.9 los titulares del programa de radio El triste turno, Leo Arriaga y Antonio (Korno) Espinosa, mientras denunciaban malos manejos y maltratos por parte de autoridades de la estación. Al día siguiente, en solidaridad, los integrantes de El resplandor también se retiraron de la estación.

El lunes, con fuerte tendencia en redes sociales, fue revelado algo que ya se sabía: el altísimo seguimiento entre los jóvenes de esta capital (y quienes podían oírlos por Internet) hacia un concepto que mezcla información y parodia política con irreverencia y creatividad. Si bien no siempre eran atinados o muy sesudos en sus comentarios, llenaban una necesidad radiofónica, más interesante para ser analizada que para ser juzgada o denostada. Sin embargo, quizá sin buscarlo, el programa rebasó a la emisora, cuyo ideario es de índole académica.

Es evidente que no hubo dolo en este crecimiento. Simplemente les tocó crecer en un espacio que, paradójicamente, les dio total libertad para explayar toda su locura. El tema es relevante porque planteó varias interrogantes: ¿fueron las autoridades de la Universidad Iberoamericana quienes los despidieron? ¿Hubo malos manejos? ¿Hubo censura? De ser así, sería grave. Por eso, importante fue para este espacio, no sólo basarse en las declaraciones de estos jóvenes, ni en el comunicado de la Uia, errático e impreciso en su redacción, sino en la voz directa de Manuel Guerrero, director de la carrera de comunicación y de la emisora.

Nos vendimos por unos tenis

El antecedente de la ruptura comenzó el 10 de agosto, cuando su director de contenidos culturales, Agustín Peña, dejó al descubierto una grabación donde acusa: Aquí dentro hay corrupción, conflicto de intereses, y que se ha permitido la comercialización en una estación en la cual eso está prohibido, por ser una concesión social. Peña, egresado del Claustro de Sor Juana, acusa sin nombres: Nos hemos vendido por unos tenis y por haberse convertido en una emisora que anuncia papitas y chicharrones. Señala que algunos de sus compañeros “se han vuelto estrellas e influencers” (audio).

Por otro lado, Korno declaró a quien escribe: No vemos mal buscar intercambios con marcas, si esto ayuda a tener mejores transmisiones, sobre todo si no se nos pagaba. Agregó que la semana pasada se les dijo que El triste turno ya no tenía cabida dentro del nuevo esquema que está por venir, y que se les dio un plazo para despedirse (dos meses). Dijo que cuando denunciaban al aire su inconformidad con sus superiores, como el citado Peña, Isabel Hernández (coordinadora de contenidos hablados) y Uriel Waizel (contenidos musicales), se les pidió apagar micrófonos. Aunque, aclaró, ya habían decidido irse.

Guerrero contrapone: “Nunca se les pidió que se fueran. Son jóvenes muy talentosos. Sólo se les pidió que redujeran su duración de dos a una hora, para dar cabida a nuevos talentos. Pero no aceptaron: ‘si no nos regresan nuestras dos horas, nos vamos el lunes’. Manuel Venegas (Borla), coordinador operativo y su jefe directo (no yo ni Isabel Hernández, la cual no tenía injerencia sobre su área ni sobre El resplandor), les pidió que si era su decisión se fueran despidiendo de aquí a octubre. Estuvieron de acuerdo. Pero no cumplieron su palabra y se fueron el lunes. Incluso queríamos hacerles una nueva propuesta, pero no lo permitieron. Con todo, se les dejó hacer completa su crítica a gente de la estación. ¿Qué más libertad de expresión que ésa? No es verdad que les cerramos micrófonos. En su video de Periscope queda claro que no fue así”.

Los conductores no son dueños del espacio

Es importante entender, prosigue, que los conductores no son dueños del espacio al aire. La estación tiene una concesión social y presta sus micrófonos a los conductores. Les fue difícil aceptar esto. Aun así, siempre se les dio total libertad, hasta el final, de decir lo que quisieran. Se le pregunta si hubo presiones gubernamentales por lo crítico del programa: Nada que ver. Esto ha sido interno. Lo que sí esperamos es el informe de nuestro defensor de audiencias, Marco Lara Klahr; éste será público una vez que entreviste a todas las partes.

Espere en este apartado la segunda parte de esta entrevista, donde Guerrero hablará de los cambios que llevará a cabo la emisora joven Ibero 90.9 y un análisis un poco más amplio por parte de quien escribe, pues por ahora urgía esclarecer los hechos, como contraparte a la serie de notas impre-cisas y parciales publicadas en diversos medios (conciertos).

Twitter: patipenaloza