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Este sábado disputa el título supermosca del CMB a la mexicana Zulina Loba Muñoz

El boxeo me cambió la vida y me enseñó a alejarme de las drogas, afirma Bouvier

El padre de la uruguaya la llevó a un gimnasio, donde conoció a su esposo, hoy su mánager

Foto
Zulina Muñoz y Gabriela Bouvier, durante la ceremonia de pesajeFoto León Promotions
 
Periódico La Jornada
Sábado 26 de septiembre de 2015, p. a15

La silueta de un ave fénix adorna la espalda de la uruguaya Gabriela Bouvier. Conoció el mundo de las drogas desde que era adolescente, pero logró salir de ese ambiente a través del pugilismo.

Este deporte me enseñó a tener disciplina, valores. Me cambió la vida, señaló la ex campeona mundial mosca de la Federación Internacional de Boxeo, quien este sábado intentará arrebatar el título supermosca del Consejo Mundial de Boxeo a la mexicana Zulina Muñoz.

Un gran número de monarcas mundiales han conocido la gloria para después caer en la desgracia por su adicción al alcohol y a las drogas. La historia de Bouvier es todo lo contrario. Su acercamiento al pugilismo fue de manera fortuita, cuando su padre la llevó a un gimnasio para alejarla del consumo de estupefacientes.

Cuando era más chica tuve problemas de drogas. Me juntaba con amistades que me llevaron a consumirla. Lo hacía por rebeldía, confesó la uruguaya, quien probó la mariguana cuando tenía 14 años, pero en el boxeo encontró un antídoto para cambiar su destino.

Creía que estaba bien involucrarme en las drogas. Empecé fumando un cigarrillo para probar lo que todos probaban, después fueron otras cosas, como cocaína. Las malas juntas (amistades) siempre te llevan por mal camino, expresa la pugilista de tez blanca y ojos grandes, quien no se intimida al hablar sobre esta etapa de su vida.

Sus padres fueron un factor importante para que se alejara de eso. Mi familia siempre intentó ayudarme y llegó un punto en el que les pedí que me dieran una mano; le dije a mi madre que yo estaba mal. Entonces mi papá me llevó al gimnasio de Nicolás, actualmente su entrenador y esposo.

Empezó a agradarme el boxeo, llegó un momento en el que me gustaba más darme golpes con mis compañeros en un cuadrilátero que estar en una esquina fumando. De todas las amistades con las que consumía drogas me quedé nada más con una sola, afirma Bouvier, de 23 años.

Así como para varias personas Dios es algo importante, para mí el boxeo lo es, afirmó como si considerara este deporte un medio de salvación.

Destacó que aunque ella tuvo la fortuna de salir de las adicciones, la mayoría de sus amigos vivieron una experiencia más amarga: Llegué a ver compañeros que nunca habían tocado una droga y que se arruinaron totalmente. Terminaron viviendo en la calle, sacando basura. Conocí a personas que se suicidaron por la misma porquería.

La disciplina que exige el boxeo, así como los valores de superación que inculca, la ayudaron a cambiar el estilo de vida al que parecía haberse resignado y a desengancharse del consumo de drogas.

“Para mí fue un cambio fundamental en todos los aspectos; desde mi manera de hablar y cómo relacionarme con las personas. Antes era como un bichito raro, ahora cambié muchísimo.

Me siento más integrada a la sociedad. Es mejor que un diario me nombre por ser una deportista y no una asesina, dijo la peleadora, quien suma 12 victorias, cinco derrotas y un empate.

Su transformación fue tan radical que ha participado en el programa KO a las Drogas, impulsado por el gobierno uruguayo como medida de prevención entre adolescentes. Incluso ha dado pláticas en escuelas, donde relata su historia e intenta apoyar a los jóvenes que llegan al gimnasio donde ella practica.

La disputa por el cinturón mundial ante Zulina Muñoz, a quien ya enfrentó hace tres años, tiene un significado especial para Bouvier. Considera que de ganar será un logro más para demostrar el cambio que tuvo en su vida, al tiempo que le permitirá abrir camino en México, donde asegura que el boxeo femenil es más valorado.

“La primera vez que vine a pelear con la Loba yo tenía 19 años. Ahora poseo más experiencia, por lo que será una pelea fuerte y muy difícil porque tenemos un estilo parecido: ir siempre al frente. No sé cual será el resultado”, advirtió Bouvier, quien salió con la mano en alto ante el mayor reto de su vida.