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La nueva ley restauraría la compra de promocionales en radio y televisión

Reconoce Ramírez Marín que la reforma priísta se funda en la actividad de AMLO
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de noviembre de 2015, p. 4

A propuesta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y desde la reforma electoral de 1986, en cada proceso federal los partidos han emprendido cambios al marco legal y la semana pasada el tricolor anunció otra, que sería no sólo la primera con dedicatoria, sino que reinstauraría la compra de promocionales en radio y televisión, prohibida en la sucesión presidencial pasada.

En este contexto, el vicecoordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, reconoce: ‘‘Si alguien dice ‘por (Andrés Manuel) López Obrador se modificó la ley’, tendrá razón, porque de no haber usurpado los 590 mil espots de su partido para hacerse campaña él, estaríamos hablando de una ley que sí funcionó. Él encontró una vuelta, hay que corregirla’’.

El diputado priísta informó que el presidente de su partido, Manlio Fabio Beltrones, constituyó un grupo de trabajo que presentará la iniciativa. Sin embargo, en opinión del PAN, regresar al sistema de compra de pautas implica incrementar la injerencia indebida de las televisoras en las elecciones.

El ex dirigente nacional de ese partido y diputado federal Gustavo Madero expuso que si sólo se tratara de cubrir el hueco para la exposición personal de dirigentes de partidos, Acción Nacional valoraría respaldar la reforma.

‘‘Pero si hubiera presión de las televisoras para que, con ese pretexto, empiecen a revisar un esquema mixto de tiempos oficiales públicos y de campaña contratados, corremos un riesgo de retroceso en el modelo de comunicación’’, explicó.

Madero recordó que en 2012 el mayor logro fue prohibir la promoción personal de funcionarios en radio y televisión. ‘‘Eso ya está y hemos avanzado, porque aunque le den la vuelta y veamos a Aurelio Nuño (secretario de Educación) en todos los programas de Televisa y Milenio a todas horas, es una simulación tan burda como la de López Obrador. Igual de descarados los dos, están burlando la ley’’, expresó.

–La prohibición fue para evitar la compra de la Presidencia –se le recordó.

–Las televisoras ven la necesidad de hacer presión a los presidenciables para que las traten bien; los puedan atender, editorializar con buenos comentarios si son anuentes a sus reclamos de empresas privadas que en realidad explotan una concesión del Estado mexicano.

–El PRI dice que quiere aprobar la reforma en este periodo de sesiones.

–¡Ni con chochos! Hacer reformas sobre pedido no es bueno para la democracia.

Aun así, Ramírez Marín expuso que la enmienda es urgente porque López Obrador acumuló a septiembre 4 millones de apariciones en la televisión, lo que demuestra ‘‘una vulnerabilidad en la ley, que debe ajustarse’’.

–No está prohibido. ¿Ustedes ven un recoveco?

–Hay un recoveco legal, de acuerdo con el tribunal (electoral), que el Partido Verde impugnó porque lo acusaron de sobrexposición. Hoy López Obrador tiene más promocionales que el Verde y el tribunal dijo que no había sobrexposición porque tenía derecho como dirigente de un partido.

‘‘Bueno, hoy estamos ante una realidad y hay que ajustar eso; de lo contrario vamos a caer en una grave irregularidad e inequidad, porque hay alguien haciendo campaña por la Presidencia, evidentemente, cuatro años antes.’’

–¿Eso les preocupa?

–Y mucho, porque no es el objetivo de la ley, y porque un personaje un día sí y otro también va hablando de él y socavando el sistema político.

‘‘Para el PRI, merece atención porque puede propiciar que el efecto político natural de las dirigencias se desvirtúe para que sean el mecanismo de campaña. Ahí está Ricardo Anaya (dirigente nacional del PAN).

Para Clemente Castañeda, coordinador de Movimiento Ciudadano, la reforma priísta tiene como fondo la obsesión de ese partido, PAN y PRD de ‘‘frenar a López Obrador, pero él usa la ley que ellos mismos hicieron. Estamos en contra de una reforma con dedicatoria, pero impulsaríamos una que promueva el debate público en los medios y trascendamos de la espotización de las campañas a una sana confrontación de ideas.

‘‘Es el sistema de comunicación que ellos crearon. Es su monstruo, ya no les conviene y no saben cómo deshacerse de él’’, concluyó.