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Bajo la lupa

Otra trampa de Brzezinski y Stratfor contra Rusia: guerra demográfica con Turquía

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De no ser por las armas nucleares, Turquía ya habría invadido Rusia (en la imagen)Foto Ap
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tratfor, centro texano-israelí que se ostenta como la CIA en la penumbra, refrendó su vaticinio de 2015 (https://goo.gl/rTpM3n) sobre Ankara y augura un 2016 muy agitado al colocar Todos los ojos sobre Turquía, lo cual fue anunciado con el derribo del avión ruso el 24 de noviembre: Turquía será el mas crítico jugador a observar debido a su resurgimiento, cuando el liderazgo del presidente Recep Tayyip Erdogan se ha consolidado, por lo que “será mucho mas asertivo ( sic) allende sus fronteras (https://goo.gl/iC3oKc)”.

Prefiero las predicciones a 100 años de Stratfor, porque nunca las voy a cotejar, que sus desinformativas adivinanzas anuales/decenales.

A los 14 días del derribo del avión ruso, Reva Bhalla glorificó en Stratfor que “Llegó el tiempo de Turquía (https://goo.gl/kyJYID)”.

Stratfor sostiene que EU probablemente facilitará la pronosticada vigorosa campaña aérea de Ankara en las provincias sirias, frontera con Turquía, cuando “enfatizará su intención de depender principalmente de los turcomenossunitas ( sic) y sus aliados rebeldes árabes (nota de Siria e Irak)”.

Juzga que los “expertos ( sic) han acusado a Ankara de usar a los radicales (léase los yihadistas) en su juego de poder regional”, que tiene por objetivo entre otras cosas, la intención de derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad.

Tal operación rompería los planes de Moscú: “lo último que desea Rusia es una confrontación con Turquía, el guardián de los mares Negro y Mediterráneo, pero la confrontación ( súpersic) es algo que no puede evitar”, aunque Turquía ni Rusia pueden darse el lujo de una ruptura completa en sus relaciones, pero los vínculos comerciales están destinados a sufrir, mientras que los proyectos estratégicos de energía experimentarán mayor atraso (léase el proyectado gasoducto ruso-turco).

Según Stratfor, “Turquía comprometerá un número limitado ( sic) de tropas para el entrenamiento de los combatientes sunitas en el norte de Irak”, mientras el gobierno de Irak ha exigido el retiro del ejército turco.

En mi portal formulé la relevancia de los “pueblos túrquicos (http://goo.gl/g6S6Xj)”, y referí los alcances de la grave crisis entre Rusia y Turquía (http://goo.gl/SMozQk) concomitante a la explosividad del Turkestán (http://goo.gl/uG3uY7)”.

Stratfor insiste en que Rusia será el mayor factor que complique los planes de Turquía cuando Moscú no desea empujar a Ankara demasiado lejos, ya que mientras Turquía encuentra causa común con sus socios de la OTAN, lo más vulnerable será Rusia en su anterior esfera soviética.

¿Maneja ya Washington la configuración de una OTAN sunita?

No es lo mismo la sesgada percepción de Stratfor sobre Turquía que el discernimiento antagónico tanto de Rusia (http://goo.gl/h7WAjO), que la puede desestabilizar con la carta kurda (http://goo.gl/EKMTuD), como de China que diagnostica las turbulencias de Ankara (http://goo.gl/rYvVn7) y cuyo presidente, Erdogan, ha sido puesto en la picota por sus alabanzas a Hitler (http://goo.gl/WKMTL7).

No se puede soslayar la antítesis de que Turquía se puede volver una nueva Siria y ser motivo de la balcanización de sus importantes minorías kurdas (de 15 a 30 por ciento), de origen indo-europeo,y de 25 por ciento de la secta chiíta alevi del siglo XIV, de raza tanto turco-mongólica como kurda, y de sutiles diferencias litúrgicas con los alawitas árabes del siglo IX de Siria (http://goo.gl/Gi1bxR).

Más que el derribo de su avión, lo que más exasperó a Rusia fue la confesión del líder turcomeno sunita, quien ordenó el linchamiento de su piloto (http://goo.gl/9AaDGr).

En el azorante reacomodo de alianzas regionales, Turquía coquetea con Israel (http://goo.gl/f5bBfV), implementa una poderosa alianza sunita con Arabia Saudita contra Rusia (http://goo.gl/hLHXmc) y fomenta la insurrección de la minoría de tártaros sunitas en Crimea (http://goo.gl/BYVOcL).

El enfoque de Stratfor sobre Turquía converge con la “visión geoestratégica (http://goo.gl/7fu3dZ)” de Zbigniew Brzezinski, quien apuesta a la grave crisis demográfica de Rusia.

La legendaria rusofobia de Brzezinski, que no amaina a sus 87 años, amarra las navajas de Ankara y Pekín contra Moscú y compara los rankings –manoseados por EU– del “desempeño global de Turquía y Rusia (http://goo.gl/lpUO6i)”.

Las tendencias de las pirámides poblacionales de Rusia, 139 millones (http://goo.gl/gR9jnk), y Turquía, 77 millones (http://goo.gl/vWJu3P ), son desfavorables a Moscú.

Brzezinski abulta los rankings comparativos del crecimiento poblacional (Rusia: -0.46 por ciento; Turquía: 1.27 por ciento), tasa de natalidad (Rusia: 11.11/1000; Turquía:18.28/1000), tasa de mortandad (Rusia:16.04/1000; Turquía: 6.1/1000) y tasa de fertilidad (Rusia 1.41; Turquía 2.18).

Se desprende que de no ser por sus armas nucleares, Rusia ya hubiera sido invadida por Turquía. El pretendido (en la imagen) ascenso irresistible de Ankara sobre Moscú, promovido por Stratfor y Brzezinski, subtiende a balcanizar a Rusia, en semejanza a la implosión de la ex-URSS.

Stratfor y Brzezinski rememoran la derrota de Rusia en la guerra de Crimea del siglo XIX gracias a la alianza del entonces imperio otomano con Francia y Gran Bretaña.

Sumado al desplome del petróleo para arrodillar al Kremlin, hoy EU busca desangrar a Rusia en su nuevo gran Afganistán: desde Ucrania pasando por Siria/Turquía hasta el corazón centroasiático, frontera con China e India.

No lo oculta Brzezinski: “las próximas dos décadas ( sic) es probable que sean criticas ( sic) para Rusia”, mientras justifica el neo-otomanismo del hoy primer ministro turco Ahmet Davutoglu y su profundidad estratégica, basados más en motivaciones histórico-geopolíticas que en consideraciones religiosas.

La verdadera batalla es la guerra demográfica entre Turquía –cuya sociedad sunita tiende a la poligamia en la fase del neoislamismo de Erdogan, dejando atrás el laicismo de Ataturk– y Rusia, cuya sociedad mayoritaria ortodoxa cristiana es monogámica, sin perder de vista en su seno a 20 millones de poligámicos tártaros sunitas.

Le faltó agregar a Brzezinski que el promedio de edad en Rusia es de casi 40 años: ¡una década más joven que Turquía!

La guerra demográfica contra Moscú no es nueva. La abordó hace 37 años Hélène Carrère d’Encausse en “El Estallido del Imperio: La Revuelta de las Naciones en la URSS (http://goo.gl/qAu2Aj)”.

Brzezinski delimita la zona de conflicto más allá del 2025 bajo el corolario de la amenaza al estatuto global de EU: la “región al este del Canal de Suez de Egipto, al occidente de la provincia Xinjiang de China, el sur de Rusia en las fronteras postsoviéticas en el Cáucaso y en los nuevos estados de Asia Central: Los Balcanes euroasiáticos (http://goo.gl/3tIGgk)” de Brzezinski, que epitomizan el nuevo gran Afganistán contra el RIC (Rusia, India y China).

Nada nuevo de Stratfor ni de Brzezinski cuando Joe Biden, vicepresidente de EU, ya había apostado a la derrota demográfica y económica de Rusia (http://goo.gl/kqxVal)

El derribo del avión ruso por Turquía, miembro de la OTAN, no fue un hecho accidental. Fue un notable episodio, genuino punto de quiebre de la intermitente guerra caleidoscópica entre Washington y Moscú en el corazón euroasiático.

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