La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) sostuvo que el combate a la pobreza en México no ha sido eficaz. Los programas públicos para atenuarla no han tenido la orientación, eficiencia, profundidad y transparencia para dar resultados relevantes, y encaminar al país rumbo a logros de los objetivos globales del desarrollo sustentable para 2030, en especial, los de erradicación de la pobreza, aseguró este miércoles el dirigente del organismo, Gustavo de Hoyos Walther.

En un mensaje a los afiliados a la Coparmex, el empresario indicó que el sector privado no debe ser indiferente a la pobreza y la desigualdad que existe en el país, pues prácticamente la mitad de la población nacional carece de los bienes esenciales para una vida digna.

De Hoyos Walther consideró que el mejor camino para abatir la pobreza y crear oportunidades de desarrollo es multiplicar las oportunidades de empleo digno y bien remunerado.

Indicó que si no se enfrenta la pobreza de manera decidida, atacando sus causas estructurales, será muy difícil resolver las diversas manifestaciones en el tejido social.

El dirigente se refirió de esta manera a la pobreza, debido a que el papa Francisco expresó preocupación por los problemas que aquejan al país como la desigualdad, falta de oportunidades, delincuencia, violencia, corrupción y perversión de la política.

De Hoyos Walther señaló que el Papa afirmó que los planes asistencialistas atienden ciertas urgencias de los pobres, pero sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras.

Recordó que en su Encíclica Laudato Sii, el Papa postula que ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución provisoria para las urgencias. El gran objetivo debería ser siempre permitirles una vida digna a través del trabajo.

Estas aseveraciones coinciden con los postulados del humanismo económico, por lo que la Coparmex consideró que, a través de la creación de empleos, las empresas pueden acelerar la creación de riqueza y su distribución, para al final lograr que el bienestar sea un activo posible para la mayoría de la población.

Para ello los empresarios requieren una política pública con visión social también de largo plazo, indicó De Hoyos Walther y consideró importante que los gobernantes comprendan cabalmente el papel trascendente de la empresa en la sociedad, como elemento central para incidir en el desarrollo social.

Así, la Coparmex demandó que las desviaciones de la política, que se encarnan en la regulación excesiva e irracional y la corrupción rampante, no deben obstaculizar más la multiplicación, crecimiento y consolidación de las empresas.