Morelia, Mich.

La descomposición de los grupos de autodefensa fue el problema más serio en la entidad desde que surgió el movimiento armado, debido a la filtración de delincuentes afiliados al cártel de Los caballeros templarios, que después tomaron el lugar de líderes sociales, afirmó Hipólito Mora Chávez, fundador de la organización civil de la tenencia Felipe Carrillo Puerto, conocida como La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán.

Este miércoles 24 de febrero se cumplen tres años de que más de 800 civiles de La Ruana y Tepalcatepec se levantaron en armas en contra de la delincuencia organizada. De ser necesario lo volvemos a hacer si el gobierno no cumple con su responsabilidad, advirtió Mora Chávez.

Sostuvo que a él se le ocurrió la idea de crear guardias comunitarias ante los abusos cometidos por la delincuencia organizada, como cobro de cuotas, secuestros, homicidios y violaciones. Me puse de acuerdo con un amigo de Tepalcatepec y comenzamos a organizarnos, porque ya no era posible tolerar tanta humillación, dijo.

En febrero de 2013 Juan José Farías, El Abuelo, encabezaba al grupo de autodefensa en Tepalcatepec. No obstante, cuando la prensa se percató de que había estado preso en 2009 por presuntos nexos con criminales, tras ser acusado por testigos protegidos que decían que era integrante del cártel de los Valencia y la gente de la región lo identificaba como parte del grupo cártel Jalisco Nueva generación, decidió mantenerse al margen.

José Manuel Mireles se convirtió en vocero del grupo de autodefensas de Tepalcatepec. Desde el inicio del movimiento civil armado, la presencia de policías federales en la zona fue casi permanente, con apoyo de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional. Los soldados iban seguido a verme, platicábamos un rato y luego se iban, recordó.

Mora Chávez aseguró que el cobro de cuotas ha disminuido en la región y bajó el número de homicidios. Antes sacaban a los comerciantes de sus negocios y a los gerentes de las empresas empacadoras. Eso ya casi no se ve, afirmó. Dijo que han pasado muchas cosas en los últimos tres años, todo porque los gobiernos no cumplieron con su responsabilidad de combatir con efectividad a la delincuencia, y la gente tuvo que defenderse.

Señaló que posteriormente surgieron otros grupos de autodefensa en los municipios de Coalcomán, Chinicuila, Aguililla, Aquila, Tancítaro y Apatzingán, entre otros. Los grupos civiles tomaron pueblos y ciudades para ahuyentar a los delincuentes. Los máximos líderes del cártel de Los caballeros templarios fueron detenidos o abatidos. Se crearon las policías Fuerza Rural y Fuerza Ciudadana; no obstante, no se desterró al crimen organizado porque el trabajo no se concluyó, los grupos de autodefensa se descompusieron y el gobierno federal perdió el control de los operativos.

Desde el inicio del movimiento y hasta 2014 fueron detenidos más de 600 integrantes de grupos de autodefensas por portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Aún quedan más de 80 en prisión, entre ellos dos líderes, José Manuel Mireles, quien estuvo en el inicio de los grupos de autodefensa en Tepalcatepec, y Agustín Villanueva Ramírez, líder de comunitarios en Aquila.