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La proliferación de canales hace necesaria una guía, asegura

La nueva era del cine no desaparecerá la clasificación de filmes: censor
The Independent
Periódico La Jornada
Lunes 29 de febrero de 2016, p. a11

El añejo sistema británico de clasificación de películas durará otras décadas, a medida que nuevas plataformas como Netflix y Amazon Prime buscan guías relacionadas con la edad para los espectadores, según el jefe de censores de Gran Bretaña.

El jefe de la Oficina Británica de Clasificación de Filmes (BBFC, por sus siglas en inglés), quien hace cinco años temía por el futuro de esa institución, dice que ahora está inundada de solicitudes voluntarias de clasificación de los nuevos servicios de streaming.

Tomé muy en serio el argumento presentado hace unos años de que quedaríamos sin materia de trabajo por la migración a zonas en las que no teníamos facultades estatutarias, declaró David Cooke a The Independent, quien se prepara a dejar el cargo luego de 12 años en él.

En cambio encontramos que con la proliferación de canales existe más necesidad de una guía confiable. Eso nos ha llevado a nuevas y fascinantes áreas.

La BBFC ya se ha expandido para cubrir servicios por demanda como Netflix y Amazon Prime, así como ofrecer guías para compañías de telefonía móvil.

En el futuro podría también clasificar sitios generados por usuarios, como YouTube, y ejercer los controles gubernamentales que se proponen para el acceso a contenido pornográfico en línea.

Reacciones sobre la 12A

Una tradición en la oficina era que el director saliente dejara una papa caliente a su sucesor, pero el director asistente David Austin, quien remplazará a Cooke en marzo, puede respirar con tranquilidad. Hasta ahora ningún filme complicado aguarda clasificación.

Para Cooke fue 9 Songs. La cinta, dirigida por Michael Winterbottom, presentaba escenas de sexo explícito y el entonces nuevo director de BBFC entró en una pequeña tormenta mediática. Fue bastante estresante enfrentar ese caso tan pronto, señaló. Hay cosas que uno tiene que vivir para ganar confianza.

Cuatro años después, la oficina recibió fuertes críticas por el certificado 12A concedido a El caballero de la noche. Se volvió el filme que originó más quejas durante la gestión del director, con 364. Puedo ver por qué la gente reaccionó. Era muy limítrofe, pero no estaba fuera de lugar con una 12A, afirmó Cooke.

Otro filme que puso a prueba la clasificación 12A fue el primero de la serie Los juegos del hambre. El director y el guionista consultaron a la BBFC antes de presentarlo para clasificación. Al enterarse de que recibiría un certificado 15, recortaron algunas escenas y oscurecieron otras mediante generación de imágenes por computadora.

Hubo un tiempo en que la imagen de un censor con tijeras no estaba muy alejada de la verdad, confió Cooke. Pero en la época en que empezamos teníamos la postura de que diríamos cuál era el problema, pero dejaríamos al cineasta decidir cómo enfrentarlo. No tenía que ser un corte físico; podía ser un oscurecimiento.

Los lineamientos de la BBFC se trazan con aportaciones del público, y cada cuatro o cinco años se realiza una consulta con 10 mil personas para actualizarlos. La encuesta más reciente, publicada en 2014, señaló que el público quería que el órgano calificador pusiera atención al impacto sicológico del horror y a la sexualización de las jóvenes.

Cooke no ha perdido la sensibilidad después de más de una década en el trabajo, asegura. Aún veo películas con mi esposa por placer. Uno puede entrenarse para ver cine de distintas formas.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya