En la Ciudad de México, unas 150 mil personas viven en situación de pobreza extrema, reconoció el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa. Afirmó, sin embargo, que en su gestión se han logrado avances en este rubro, como reducir en más de 60 mil el número de habitantes con carencia alimentaria y que una cifra similar haya rebasado la línea de pobreza.

No podemos esperar a que haya grandes cifras porque el espectro es muy amplio, pero sí son significativas. Estamos hablando de 150 mil personas en pobreza extrema, la cual tenemos que combatir, eliminarla de nuestra capital, señaló.

El titular del Ejecutivo local insistió en su compromiso de garantizar la seguridad alimentaria en la ciudad, con acciones como la protección del sistema de chinampas, que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pretende declarar patrimonio agrícola mundial.

Al considerar que esa es una práctica de desarrollo sostenible en la producción de alimentos, el representante del organismo en México, Fernando Soto Baquero, reconoció el compromiso y voluntad política de Mancera Espinosa para garantizar un sistema alimentario, lo cual, dijo, es una de las razones por las que la FAO busca dar ese reconocimiento al sistema de chinampas, con el propósito de apoyar en su conservación.

Con ese fin, ayer se inició el taller internacional Sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial, el cual, señaló Soto Baquero, será definitorio para que el comité científico del organismo dictamine positivamente y se otorgue dicha declaratoria a esa técnica milenaria de producción de alimentos, con lo que sería el primero de América del Norte, de una lista de 36 sistemas, en obtener esa distinción.

Al respecto, Mancera Espinosa manifestó que de obtenerse sería un reconocimiento a un sistema agrícola que se practica desde la fundación de la ciudad, en 1325, y que a lo largo del tiempo ha logrado sobreponerse a situaciones como el cambio climático.

Es un reconocimiento que no es para nosotros, es a nuestros ancestros, a los pobladores originarios de la Ciudad de México, que nos mostraron cómo una técnica milenaria puede seguir alimentando a toda una población, expresó.