La vacuna contra el dengue se aplicará en México sólo si se asigna un presupuesto adicional y específico para ello, afirmó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Kuri Morales. Aunque antes el Consejo de Salubridad General (CSG) tendría que aprobar la inclusión del biológico en el cuadro básico del sector, indicó.

En entrevista luego de su participación en la presentación del Código de Ética de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, el funcionario recordó que ya existe una serie de recomendaciones de expertos integrantes del Consejo Nacional de Vacunación (Conava) para la introducción del nuevo inmunógeno.

Una de ellas tiene que ver con el financiamiento para adquirir el producto, pues aunque ya cuenta con el registro que permite al laboratorio fabricante, Sanofi Pasteur, venderla en México, la autoridad sanitaria atenderá las recomendaciones de los especialistas y una muy clara es que la Secretaría de Salud (Ssa) no debe tomar recursos del programa para eliminar el mosquito transmisor. La estrategia dispone este año de cerca de 800 millones de pesos, pero para la compra de la vacuna se deberá contar con recursos extras.

Kuri comentó que por ahora la Ssa está en pláticas con Sanofi Pasteur sobre el costo que tendrá la vacuna. Además, se revisa a cuál sector de la población se dirigiría la inmunización, porque –como ocurrió con los biológicos contra el virus del papiloma humano y el neumococo– la introducción será gradual. No habrá, de inicio, una aplicación universal, indicó.

También se seleccionarán estados o localidades específicos, en función de la seroprevalencia de la enfermedad identificada en los pacientes, como recomendaron Conava y más recientemente la Organización Mundial de la Salud. Esta última señaló que al menos 70 por ciento de la población objetivo deberá tener anticuerpos contra dengue, es decir, que ya haya padecido la infección.

De esta manera se obtendrá el máximo beneficio en salud y costo. Podría aceptarse aplicar el biológico en localidades donde entre la mitad y menos de 70 por ciento de los habitantes no hayan tenido el virus, pero el impacto de la protección podría ser bajo. Y definitivamente no se recomienda vacunar donde la seroprevalencia sea de menos de la mitad.

La OMS indicó que aunque la vacunación podría tener beneficios en salud, los países deben atender los resultados de las investigaciones en curso para determinar su efectividad en diferentes clases de población, en función del contacto que hayan tenido con los serotipos de dengue.