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Presentarán en la FIL de Guadalajara libro del filósofo sobre el científico social

Enrique Dussel devela un Carlos Marx teológico poco estudiado

Por decir que la religión es el opio del pueblo se cree que defendía la negación de la existencia de Dios, pero no fue así, sostiene el investigador en entrevista con La Jornada

En Las metáforas teológicas de... documenta esa faceta del autor de El Capital en la que hace falta profundizar

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En la Edad Media, ¿quién podía prestar dinero a un cristiano? Alguien que no lo fuera: los judíos. Fue en esa época cuando se asigno a los judíos la función de prestar dinero a quien lo necesitaba, se enriquecían y eran odiados porque después tenían que cobrar, explica Enrique Dussel (en su casa), en entrevista con La Jornada, con motivo de la publicación en México de su libro Las metáforas teológicas de MarxFoto Luis Humberto González
 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de diciembre de 2017, p. 5

Pensar que Carlos Marx (1818-1883) defendía el ateísmo, sólo por afirmar que la religión es el opio del pueblo, es algo que se cree, pero no es así.

El sentido de esa frase es todo lo contrario, asevera en entrevista con La Jornada el filósofo Enrique Dussel (La Paz, Argentina, 1934), con motivo de la aparición en México de su obra Las metáforas teológicas de Marx, que mañana será presentado a las 10:30 horas en el salón Juan José Arreola de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

En esa obra, publicada por Siglo XXI Editores, el también historiador, naturalizado mexicano, analiza las ideas del llamado padre del socialismo científico desde el punto de vista teológico, para mostrar a un verdadero nuevo Marx que hará ver que no ha sido del todo estudiado, al menos en este aspecto.

Los textos religiosos y teológicos de Marx no han sido leídos sistemáticamente como Dussel lo ha hecho durante poco más de una década, añade el fundador del movimiento Filosofía de la Liberación, quien es el primer latinoamericano en estudiar los manuscritos de Marx directamente en los archivos que resguardan esos documentos en Berlín y Ámsterdam.

Luego de escribir cinco libros sobre ese tema con base en sus estudios e investigaciones, en los que fue descubriendo muchos aspectos del pensamiento semita del autor de El Capital, “al final, con un poco de alegría y con un sentido irónico, escribí Las metáforas teológicas de Marx, pero podría haberlo titulado al revés: la teología metafórica de Marx, aspecto que nunca ha sido considerado.

No hay otro marxista que haya estudiado a fondo el semitismo de Marx, el cual coincide, por ejemplo, con el del filósofo judío francés Emmanuel Lévinas en las categorías fundamentales del pensamiento judío.

Contra Hegel y Kierkegaard

Enrique Dussel escribió y publicó hace 20 años Las metáforas... en España, porque pensó que en México no se podía difundir, pues el tema era muy desconocido y desconcertante. En cambio, después se publicó en Venezuela y ahí tuvo mucha repercusión. Ahora es tiempo de darlo a conocer aquí.

Para los marxistas ortodoxos, continúa, “Marx es ateo y para ser marxista había que ser ateo, y para ser revolucionario había que ser ateo. Marx nunca dijo eso.

“Allá por 1846, en un texto al final de su vida, Marx escribe en una carta dirigida a Engels: ‘me han propuesto introducir en la Internacional una asociación de ateos socialistas. ¡De ninguna manera! Nunca va a entrar una asociación así, porque sería entrar en un tema teológico que dividiría a los obreros’.

“Para Marx el ateísmo era un problema teológico y nunca lo aceptó. Entonces, ¿en qué sentido dijo ‘la religión es el opio del pueblo’?

“Mire en qué sentido: cuando era joven él leyó mucho a Hegel, quien postulaba que la religión es el fundamento del Estado alemán porque lo sacraliza. Marx se volvió contra Hegel. Hablaban de la religión luterana. Marx nunca pensó en el catolicismo porque estaba fuera del mundo latino, hablaba de lo germano, de lo luterano.

“Entonces, Marx decía que el comienzo de toda crítica de la política comienza por la crítica de la religión, esa que da fundamento al Estado, según Hegel, no en general. Es decir, todos los textos de Marx contra la religión son contra Hegel y contra lo que Soren Kierkegaard llamó la cristiandad.

“Marx pensaba que en el siglo IV, con Constantino (emperador romano), hubo una inversión del cristianismo, pues de justificar a los oprimidos contra el imperio, se transformó en el imperio que ahora dominaba a los pobres. Por eso decía, ‘¿de dónde sacan que hay un Estado cristiano? No puede existir porque el cristianismo es crítico de la dominación y aquí es el dominante.

Marx comienza una crítica contra la inversión del cristianismo, al tiempo que defendía y tenía gran admiración por el cristianismo primitivo, donde sí veía un verdadero comunismo. Defendía a ese cristianismo contra el del káiser luterano, especialmente contra el cristianismo de los calvinistas que devinieron capitalistas porque Calvino les permitió prestar dinero con interés.

Dussel detalla que en un libro de La Biblia, el Deutoronomio, se señala que un cristiano no puede prestar dinero a su hermano con interés, entonces, en la Edad Media, ¿quién podía prestar dinero a un cristiano? Alguien que no lo fuera: los judíos. Fue en esa época cuando se asignó a los judíos la función de prestar dinero a quien lo necesitaba, se enrique-cían y eran odiados porque después tenían que cobrar.

En su libro analiza que el ateísmo nunca lo propuso Marx como doctrina, sino el ser ateo, sí, pero de la religión dominadora. Una religión liberadora, para Marx, era perfecta.