Prejuicios
e ignorancia acentúan el riesgo
EL SIDA ES YA LA
SEXTA CAUSA DE MUERTE ENTRE LAS MUJERES
° Urgen campañas
de detección y prevención
° La migración, factor importante en el crecimiento del problema
Angeles Cruz
A escondidas, por
donde no se esperaba y ni siquiera se pensaba, por ahí llegó
el Sida a las mujeres y sobre todo a las amas de casa que durante años
se creyeron libres de riesgo porque sólo mantienen relaciones
sexuales con sus esposos. Incluso hoy todavía no consideran,
o de hecho no tienen, la posibilidad de protegerse de la enfermedad.
Mujeres portadoras del VIH/Sida significa cada vez más, infidelidad
de la pareja o esposo que lleva una doble vida sexual sin tomar la precaución
de protegerse usando condón. Una realidad para la cual muchas
amas de casa parecen no tener alternativas, a riesgo de poner en peligro
su integridad física al menor intento por exigir respeto.
Muchas de las infectadas aún están en sus hogares sin
saber que son portadoras del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)
causante del Sida. Algunas tal vez se enteren durante el embarazo o
después, cuando sus hijos manifiesten la enfermedad o sus esposos
fallezcan a causa del mal.
En forma paulatina y silenciosa, el VIH/Sida ha crecido entre la población
femenina de México. Desde 1985 en que se reportó el primer
caso de la epidemia en mujeres, a la fecha se han registrado más
de 5 mil personas afectadas. El 58 por ciento de ellas adquirió
la enfermedad por vía sexual. El sida es ya la sexta causa de
muerte entre las mujeres.
Mientras en 1986 existían 30 hombres por cada mujer enferma de
Sida en promedio nacional, actualmente la proporción es de 6
a 1 y en algunos estados como Morelos, Puebla y Tlaxcala el problema
adquiere tintes dramáticos pues la relación hombre-mujer
es de tres a uno, según información del Consejo Nacional
para la Prevención y Control del Sida (Conasida).
Estimaciones del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida
(Onusida) señalan que en el año 2000 habrá a nivel
mundial 13 millones de mujeres infectadas por el VIH, de las cuales
más de cuatro millones habrán perdido la vida a causa
de la enfermedad.
Para el organismo internacional hay varios factores que incrementan
el riesgo de contagio del VIH/Sida a la población femenina, entre
ellos, la dependencia económica y social habitual de las mujeres
respecto de un compañero masculino; la incapacidad de las mujeres
para negociar el uso del condón o, de lo contrario, negarse a
tener relaciones sexuales con su cónyuge; la falta de oportunidades
educativas y económicas y la fisiología femenina que coloca
a la mujer en situación de mayor riesgo durante las relaciones
heterosexuales.
Aún cuando se conoce desde hace algún tiempo, las instituciones
apenas empiezan a darle importancia al gran riesgo en que se encuentran
las mujeres de contraer el virus. Es sin duda, una problemática
compleja en nuestro país porque involucra idiosincracia, valores,
religión, niveles de educación y una cultura de sumisión
incuestionable de la mujer ante el hombre, difícil de modificar
y que le impide siquiera sugerir el uso del condón, comenta Alma
Aldana, integrante de la Federación Mexicana de Educación
Sexual y Sexología (Femess).
Pero una vez que la mujer se sabe infectada, generalmente porque su
esposo o su pareja ha empezado a enfermar o ya murió por algún
padecimiento relacionado con el Sida, la situación se complica
porque en la mayoría de los casos se trata de mujeres sin trabajo,
con hijos y sin acceso a una atención médica integral.
De ahí que las estrategias de prevención y detección
tengan que enfocarse a las amas de casa. El problema, explica Griselda
Hernández, directora técnica de Conasida, es cómo
llegar a esas mujeres que únicamente salen de sus casas para
llevar a sus hijos al médico.
Debido a nuestros patrones culturales, dice, las campañas masivas
en medios de comunicación dirigidas a mujeres no tendrían
éxito. Algunos estudios de Conasida así lo demuestran.
Por eso, en colaboración con los programas de Salud Reproductiva
y de Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud se
iniciaron actividades de información en las clínicas.
El Sida entre las mujeres es una dramática realidad en todo el
país y destacadamente en tres estados de la República:
Morelos, Puebla y Tlaxcala, donde por cada tres hombres hay una mujer
infectada. Estas entidades ocupan repectivamente los lugares 10, 4 y
23 en cuanto a número de enfermos (hombres y mujeres) con respecto
al resto del país.
Por el contrario, en Nuevo León la proporción hombre-mujer
es de 14 a 1, en Coahuila y Baja California Sur de 10 a 1, mientras
en el Distrito Federal, Yucatán, Durango, Chihuahua, Aguascalientes,
Tabasco y Sonora es de 9 a 1.
La media nacional se ubica en 6 a1 y en este nivel están solamente
las entidades de Querétaro, Guanajuato, Baja California Norte,
Michoacán, San Luis Potosí, Sinaloa y Colima.
El problema se empieza a complicar en Campeche, estado de México
y Nayarit, donde la proporción es de 5 a 1, así como en
Jalisco, Chiapas e Hidalgo, donde ya hay una mujer enferma de Sida por
cada cuatro hombres.
A pesar de estos indicadores, las acciones encaminadas a combatir este
problema entre la población femenina son todavía y en
el mejor de los casos, buenos proyectos para el largo plazo.
MORELOS
En 1998 se registraron
83 nuevos casos de Sida en el estado, de los cuales 47 correspondieron
a hombres y 36 a mujeres, para sumar 900 personas enfermas desde el
inicio de la epidemia en la década de los 80. La relación
hombre-mujer es de 1.3 a 1 en el nivel estatal, explicó Arturo
González Salinas, epidemiólogo de la Secretaría
de Salud de Morelos.
La migración ha sido un factor importante en este panorama, pues
entre el 60 y 70 por ciento de las mujeres con VIH/Sida en Morelos tiene
como antecedente que su esposo se fue a trabajar fuera del país,
apuntó.
Además, de acuerdo con la lista nominal de casos, muchos de los
enfermos se encuentran en municipios rurales y poblaciones pequeñas.
Aunque el mismo funcionario señaló que el crecimiento
de la enfermedad en las mujeres empezó a darse hace cuatro años,
la Secretaría de Salud estatal, únicamente está
"incrementando la detección del VIH/Sida, sobre todo a las
mujeres embarazadas".
En entrevista, dijo que a través del Programa de Prevención
y Control del Cáncer Cérvico Uterino, también se
realizan algunas acciones cuando las mujeres acuden a las clínicas
para practicarse el papanicolau.
González Salinas se refirió a los módulos de información
de Sida instalados en los hospitales General José G. Parres y
del Niño Morelense, donde se ofrece apoyo psicológico
al enfermo y su familia, se dan pláticas de prevención
a las personas que esperan su turno en la consulta externa y en el área
de urgencias.
El problema es que a pesar de que el módulo del Hospital Parres
existe desde hace cinco años, una persona sola realiza todo el
trabajo. La responsable de la pequeña oficina instalada en el
nosocomio, Margarita Bustos, detalló que también brinda
información a las personas que creen estar infectadas.
Entre sus actividades, la psicóloga clínica también
da terapia a los pacientes en etapa terminal que se encuentran hospitalizados,
igual que a sus familias. Desde hace aproximadamente un año,
formó un grupo de autoapoyo que se reúne todos los lunes.
A la semana da por lo menos dos pláticas o presenta videos a
40 personas en promedio.
Con el fin de capacitar a los trabajadores y a la sociedad, la Secretaría
de Salud de Morelos instaló el Centro de Información y
Documentación en VIH/Sida, así como la línea telefónica
Sidatel,
Por otra parte, para las organizaciones no gubernamentales de la entidad,
el problema del VIH/Sida es que no hay información y "a
la línea telefónica sólo tiene acceso la gente
con dinero para hacer la llamada".
José Antonio Montes, coordinador del Centro de Atención
Integral a Jóvenes y Adolescentes, Cultura Joven, señaló
también en entrevista que lo más importante no es informar,
sino capacitar a la gente y concientizarla de que "el Sida es un
problema social que puede llegarle a cualquiera y por eso hay que prevenirse".
PUEBLA
La coordinadora del
Consejo Estatal de Sida (Coesida), Indiana Torres Escobar, considera
que la problemática de las mujeres con VIH/Sida está directamente
relacionada con la sumisión de la población femenina dentro
de la sociedad.
La solución tiene que ver, abunda, con el empoderamiento que
las mujeres logren para el ejercicio de su vida sexual y en esa medida,
tengan la capacidad de negociar el uso del condón con su pareja.
Las actividades de detección y prevención del virus en
la población femenina se realizan en coordinación con
el Programa Estatal de la Mujer y el Instituto de la Juventud, indicó
la funcionaria.
Actualmente se desarrolla un protocolo de investigación en colaboración
con el Centro Universitario de Investigación, a fin de conocer
las conductas de riesgo y las condiciones de vida de las mujeres infectadas.
De los dos mil 275 casos de Sida detectados hasta diciembre de 1998
en la entidad, mil 696 fueron hombres y 579 mujeres, lo que equivale
a una relación de tres a uno. Destaca que el 80 por ciento de
los enfermos se contagió vía sexual.
En Puebla funcionan más de 10 organismos no gubernamentales con
trabajo en la lucha contra el VIH/Sida. Uno de ellos es Casa de la Sal,
que es albergue y centro de atención a enfermos.
En entrevista, Héctor Gil, responsable del área psicológica,
afirmó que la mayor incidencia de Sida entre las mujeres se debe
en parte a la doble moral que existe entre la población. Hay
hombres -dijo- que tienen relaciones con hombres, pero para guardar
las apariencias se casan, forman una familia y viven esta sexualidad
dentro de prácticas de riesgo (sin condón).
En algunas zonas del estado, comentó Gil, se sabe que "no
es macho el que no ha penetrado a un hombre" y esto también
incrementa el riesgo de contagio a las mujeres de alguna enfermedad,
incluido el VIH/Sida.
Igual que en el resto del país, en Puebla las mujeres "han
sido pisoteadas por una cultura machista. Si una ama de casa le propusiera
el uso del condón al esposo, lo menos que le ocurre es que la
corran de la casa". Incluso, en el estado es común ver casos
de mujeres que son despedidas del trabajo por estar embarazadas.
TLAXCALA
En esta entidad de
apenas 900 mil habitantes, no hay todavía una estrategia clara
y permanente de prevención y control del VIH/Sida para la población
en general y mucho menos dirigida a las mujeres, a pesar de que en este
sector se registra una mayor incidencia del virus.
Durante 1998 se detectaron 45 casos nuevos de Sida, de los cuales ocho
fueron mujeres lo que equivale a una relación hombre-mujer de
4.6 a 1. Según Victoria Flores Esquivel, coordinadora del Consejo
Estatal de Sida (Coesida) esta proporción fluctúa año
con año y por ejemplo, en 1997 fue de tres a uno.
Explicó que por ser una zona de paso hacia varios estados donde
se registran altas tasas de morbilidad por VIH/Sida, los habitantes
de Tlaxcala están más expuestos al contagio del virus,
principalmente en los municipios colindantes con Veracruz, estado de
México y Puebla. Otro factor es la cercanía con el Distrito
Federal, abundó.
Las entidades mencionadas por Flores Esquivel ocupan los sitios quinto,
segundo, cuarto y primero, respectivamente, en cuanto a la incidencia
de VIH/Sida entre sus habitantes.
A su vez, el secretario de Salud de Tlaxcala, Francisco Juárez
Sánchez, comentó que la administración del estado
- de extracción perredista- enfocará los esfuerzos hacia
campañas de difusión masiva. A través del Centro
de Investigación y Detección del Sida se darán
pláticas en instituciones, escuelas y en los lugares donde hay
gente con riesgo de contagio.
El funcionario admitió que respecto a las mujeres amas de casa,
no hay nada previsto, pero "buscaremos penetrar al interior de
las familias, sin que alarmemos a las señoras ni trastoquemos
fondos o interrelaciones familiares".
Por su parte, Federico Dosamantes, director de la Fundación Cultural
y Científica Acuarios, explicó que en la entidad "prolifera,
sin control, la prostitución y la actividad de bares y discotecas",
donde también podría estarse propiciando la transmisión
del VIH/Sida.
Hasta ahora, dijo, las autoridades no han dado al VIH/Sida la mayor
importancia. "Tal vez piensen que en Tlaxcala no pasa nada porque
ni siquiera se percibe que haya preocupación por la alta incidencia
de la epidemia entre las mujeres".