León Polar (Leonel García), ex integrante del dueto Sin Bandera, interpretó algunas de las canciones de su nuevo y primer disco como solista, homónimo, tras ocho años de haber compartido vida y profesión con Noel Schajris. No nos separamos por problemas; de hecho nos seguimos tratando y somos buenos amigos, expresó en entrevista en la Librería El Sótano de Coyoacán.

La charla se realizó momentos antes de su presentación, ante unas cuantas decenas de asistentes. Nada que ver con los llenos que tuvo en Sin Bandera ante públicos de miles, como en Viña del Mar, Chile, o en el Auditorio Nacional del Distrito Federal.

“Éste es el primer disco de la nueva etapa y, la verdad, es padre, divertido, emocionante, un reto, de repente con sus dificultades, pero todo muy bien. Con Sin Bandera fueron ocho años que me dejaron experiencia en el escenario, de saber qué quieres de la música.

La gente hoy sabe que si va a escucharme va a oír esos ocho años. Ahora ya tengo más claro qué quiero decirle a las personas, agregó.

Se separaron en un momento en el que para muchos aún tenían bastante por hacer. Analizó: “Cuando apareció Sin Bandera hacía falta un dueto como el de nosotros. No había mucha agrupación masculina en el medio y duetos no existían. El tratamiento R&B que fusionamos con el pop tampoco era muy usado.

“Tuvimos ciertas ventajas en ese momento y creo que eso hizo que la gente también se fijara y sí, eso hizo que surgieran algunos grupos algo similares a nuestro estilo. Nos sentimos halagados por haber abierto alguna brechita de cierto tipo de música.

Pero se cumplió el ciclo y pensamos que había llegado el momento de ir por otro. Nuestro proyecto había llegado a un punto en el que había aportado lo que tenía que dar artísticamente y había que enfrentar nuevos riesgos.

–¿Por qué separarse en pleno éxito?

–Porque no queríamos separarnos en la decadencia. Hemos visto por muchos años a artistas que sobreviven del pasado, que cantan rolas de hace 15 o 10 años, que fue cuando estaban en su momento. No me gusta esa imagen de vivir de los éxitos que ya fueron, de no tratar de crecer, funcione o no.

Noel y yo decidimos correr el riesgo y tratar de lograr otros sonidos, otros colores, otros mensajes, e intentamos hacerlos llegar a la gente.

–¿Volvería a hacer un dueto?

–No de fijo. Claro que trabajar con alguien me encanta, pero la etapa del dueto ya pasó. Fue padre y aprendí mucho. Ahora me toca asumir mis responsabilidades. A Noel, claro que lo extraño; nos divertimos mucho y recuerdo todos los sitios donde fuimos... auditorios, arenas, teatros, tocadas. Hay nostalgia, todo este rollo de un proyecto que creció durante ocho años y que llegó a tantos lugares.

Estoy tranquilo con lo que hago y con lo que quiero decir.

–¿Extraña la fama que logró con Sin Bandera?

–Esto es volver a comenzar. Mucha gente me ha dicho que hay como un terreno ganado, pero hay que empezar otra vez. Habrá gente a la que no le guste lo que hago y habrá que ajustarse a la nueva realidad. La fama... es un asunto medio raro. Por donde más me llega es por las expectativas de la gente a mi alrededor, del mismo personal de la compañía o de quienes trabajan conmigo, porque están acostumbrados a ciertos resultados.

Eso sí puede afectar un poco. No se debe perder la paciencia y la fe a largo plazo. Ahora las canciones son todas mías.

Y así fue en la presentación en El Sótano, donde un público de diferentes edades le aplaudió cada una de sus interpretaciones. Niños y viejos seguían sus melodías. Los más pequeños se sabían las letras y hacían coro. Se escuchó Sin cargo de conciencia, Aún y Déjalo, entre otras, que dejaron en claro que León Polar está presente.