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Ver día anteriorJueves 30 de abril de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Influenza: la danza de las cifras
E

stamos ante un problema grave. La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó ayer elevar el nivel de la emergencia sanitaria por la epidemia de influenza, al nivel 5. Este cambio ilustra la preocupación que existe a escala global sobre el curso de la epidemia que ha producido… no sabemos ya qué número de casos y muertes en nuestro país. Si observamos que apenas el lunes la OMS, modificó la alerta del nivel 3 al 4, podremos entender que se trata de un problema que, a escala mundial, independientemente de lo que piense la Secretaría de Salud de México, es considerado realmente muy grave.

Lo siento, pero no me queda más remedio. Ayer, la comparecencia del secretario de Salud ante los medios de comunicación, fue realmente lamentable. Decidió el funcionario el peor camino: mentir. Hizo malabares con los datos sobre un problema que afecta la salud y la vida de miles de mexicanos. No existe la menor duda. Modificó sus propias declaraciones. Desde el jueves 23 de abril, cuando se determinó la emergencia sanitaria, cuando habían ocurrido apenas 230 hospitalizaciones y 68 decesos, aseguró que 20 de los casos de muerte, estaban confirmados para la influenza porcina. Esta versión se prolongó del día 23 hasta el lunes 27 de abril. De pronto se convirtieron en siete casos. Como quiera que sea, yo ya no le creo al secretario. Es más, ya no lo necesitamos, pues además, tenemos los informes de las distintas entidades federativas y especialmente los de la OMS y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.

Pero dentro este panorama terrible, hay razones para el optimismo. El licenciado Felipe Calderón decidió convocar a tres expertos. Se reunió ayer con los doctores Juan Ramón de la Fuente, Guillermo Soberón y Jesús Kumate. Esta decisión nos puede dejar tranquilos, pues permite abordar la epidemia de la influenza desde otra perspectiva, contando con la más calificada experiencia profesional, en el campo de la salud pública. Si les hacen caso, esto hará cambiar en el corto plazo las políticas gubernamentales ante la epidemia.

Por otra parte, los científicos mexicanos están muy inquietos, dispuestos a poner en juego todas sus capacidades con el fin de enfrentar esta crisis sanitaria, pero se necesitan canales para aprovechar sus talentos. Una buena noticia, quizá la mejor que hemos recibido en estos días, es que el Gobierno del Distrito Federal ha creado un grupo interdisciplinario integrado por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad de la Ciudad de México y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, cuyo objetivo sería llegar a la producción de una vacuna contra el virus de la influenza porcina.

Esta iniciativa puede poner a nuestro país en el camino que realmente necesitamos, pues permitiría, en el mediano plazo, sacudirnos la agobiante dependencia del exterior en materia de salud.