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Las fábricas de cubrebocas se han visto superadas por la demanda de su producto. En la Imagen, un aspecto de una de las empresas ubicada en la colonia ClaveríaFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Jueves 30 de abril de 2009, p. 10

La epidemia de influenza lo ha convertido en un elemento indispensable. Cuando no se consigue, las personas lo reclaman entre gritos y manotazos, y aun cuando el precio se ha elevado hasta las nubes, cualquier desembolso es poco: lo necesitamos. Se trata de los cubrebocas.

Las empresas que los fabrican esgrimen incapacidad para satisfacer la demanda aun triplicando esfuerzos y contratando más personal. Jamás les había ocurrido algo así.

Mientras la respuesta en las farmacias es la misma: no tenemos, representantes del sector Médico de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) aseguran que el abasto suficiente de cubrebocas para el público en general tardará de dos a tres semanas, porque se han agotado todas las reservas.

Las empresas, sin importar el tamaño, nos hemos visto rebasadas, la demanda nos superó y a escala nacional existe desabasto, confiesa Néstor Fernández, director general de Uniformes Médicos Desechables.

Es una compañía pequeña, pero los teléfonos no han dejado de sonar: desde Chihuahua, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Morelos, de todo el país, buscan los indispensables cubrebocas.

Añade que como muchos otros sectores en México, los fabricantes de este producto no estaban preparados para enfrentar una crisis sanitaria como la de la influenza. Puntualiza que anualmente, durante la época de calor, la producción disminuye respecto al invierno.

Las ventas se han elevado hasta llegar a 500 mil piezas en sólo tres días, que es la cantidad regular en un mes. La reserva disponible en la fábrica de Néstor Fernández se la han llevado sobre todo la Marina, el Ejército, las autoridades sanitarias y algunos hospitales privados.

Desde hace una semana, todas las mañanas en la colonia Clavería los vecinos hacen largas filas afuera de Sobmex, empresa que se presenta como de expertos en protección respiratoria. Ahí producen cubrebocas que se utilizan sobre todo en la industria.

Los reclamos de la gente se incrementan luego del anuncio de que a partir de ayer, sólo se venderán cinco por persona.

En el centro de la ciudad, desde la Farmacia París, una de las más grandes, hasta la Farmacia Berenice, la respuesta es la misma: No hay, y no tenemos fecha de entrega.

En otros lados, como la Farmacia Corona, ubicada en Cuauhtémoc, esperaban que este jueves llegaran 5 paquetes de 200 cubrebocas cada uno. En las Farmacia de Genéricos llegaron las piezas por la tarde, pero para la noche ya se habían terminado.

En Aparatos e Instrumentos Científicos se disculparon porque el proveedor no cumplió con llevar los tapabocas prometidos.

La empresa Rochester fabrica cubrebocas de tela, a un precio unitario de $7.50. Ninguna autoridad se ha acercado para abastecerse ahí porque sus artículos no son desechables, comentaron empleados.

A su vez, Roberto Galán Alemán, presidente del sector médico de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) confirmó que el abasto de cubrebocas para el público en general tardará de dos a tres semanas. Es necesario comprar más insumos e incluso hacer trámites de importación de cierta materia prima para poder maquilar nuevamente.

Aseguró que hasta antes de la contingencia, el costo de producción del cubrebocas más sencillo vendido al sector público era de 30 centavos, pero las farmacias lo comercializaban a más de 50 centavos, aunque al dispararse la demanda su precio ha sido de hasta 10 o 15 pesos.

En la fabricación de cubrebocas participan micro, pequeñas y medianas empresas, con plantillas laborales que van de diez a 400 empleados.