Frente a un momento crítico para el magisterio nacional, en el que la derecha ha iniciado una embestida salvaje contra la enseñanza pública, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aún es, a 32 años de su fundación, un espacio de lucha democrático y plural, que no se ha limitado a la exigencia de mejoras salariales ni a la sola búsqueda de la democratización del gremio magisterial, afirmó Luis Hernández Navarro, coordinador de opinión de La Jornada y autor de la obra Cero en conducta. Crónicas de la resistencia magisterial.

Durante la presentación de su libro, ante maestros disidentes de Oaxaca, Michoacán, Zacatecas, Tlaxcala, Jalisco, valle de México y Distrito Federal, quienes abarrotaron el auditorio 15 de Mayo de la sección nueve del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en la capital del país, agregó que la coordinadora ha madurado, cuenta con toda una nueva generación de dirigentes que la han llevado a tener un papel central en el desarrollo y consolidación de la lucha social, pero también en la búsqueda de democracia para México.

Acompañado por el ex rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Manuel Pérez Rocha, y el historiador Francisco Pérez Arce, así como por dirigentes del movimiento magisterial, destacó que su obra aparece en un momento realmente crítico para el magisterio, cuando desde muchos sectores del gobierno federal, de la iniciativa privada y de la mayoría de los medios electrónicos se intenta construir una imagen del docente como seres ignorantes, desobligados, flojos e incluso personas que toman como rehenes a sus alumnos.

Indicó: No hay nada más alejado de la realidad. Desde las aulas los maestros han demostrado su apoyo para alcanzar un modelo alternativo de educación y de país, a pesar de que desde la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que encabeza Elba Esther Gordillo, se intenta perpetuar el considerar a los maestros como moneda de cambio político-electoral, sin ningún interés real en el sistema educativo.

La CNTE, expresó, con sus movilizaciones, luchas, debates internos, discusión y construcción de nuevos proyectos formativos, ha aportado mucho a la lucha social y democrática en México. Su historia es también la de toda una generación de jóvenes líderes, quienes incluso a su pesar se vieron obligados a encabezar movimientos que no sólo buscaban beneficios para los docentes, poco a poco fueron ampliando sus demandas, hasta incluir la posibilidad de tener un mejor país para todos.

Hernández Navarro apuntó que su obra es una suma de anécdotas e historias de profesores de base, de banquillo, que han participado más de tres décadas en la luchas democráticas del magisterio y del país, pero es al mismo tiempo una visión crítica de las diferencias ideológicas en la CNTE, su pluralidad y vitalidad, que han hecho posible mantener su existencia como referente vivo frente a las viejas tácticas de la corrupción, la cooptación y la represión contra los maestros que ha ejercido el charrismo sindical.

Pérez Rocha afirmó que la sola existencia de la CNTE confirma su capacidad de continuar, pese a tener más de tres décadas de lucha, como un espacio de discusión abierta, de representatividad del magisterio sin caer en el coorporativismo ni la represión. Sin duda han transitado por un largo proceso de maduración, que hoy los ubica como un pilar de la lucha democrática en México.

Francisco Bravo, secretario general de la sección nueve, destacó que en la obra cabemos todos, aún con nuestras diferencias, porque prevalece un profundo respeto a las formas de pensar de los maestros que integran la CNTE, lo cual hace posible el análisis de lo que han sido estos 32 años, de los avances y retrocesos, pero también refleja que hay una coordinadora viva y con empuje para seguir adelante.