La coreógrafa y bailaora Lya Morgana crea una metodología para plantear un flamenco mexicano entre las nuevas generaciones.

Desde temprana edad, propone, los niños pueden familiarizarse con ese género dancístico mediante una enseñanza que les permita utilizar los recursos y conocimientos de nuestra tradición y aplicarlos a esta disciplina artística, con respeto a sus reglas y estilo.

Lya Morgana se formó en ballet clásico, transitó por la danza contemporánea y recurre a la combinación del flamenco y el son jarocho para sus espectáculos, como Duende y tablao, que hoy presentará con Omar Castillo, a las 21 horas en La Cueva Rociera (Chiapas 174, colonia Roma, entre Medellín y Monterrey), y en agosto, junto con otro grupo de artistas, se presentará en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.

Morgana, quien se considera movimientista, se especializó en creación dancística en el Centro de Investigación Coreográfica del Instituto Nacional de Bellas Artes y en diversos talleres en Madrid, Jerez y Granada, con Ely La Truco, María Juncal, Mario Maya y Antonio El Pipa, entre otros.

Incluso, la coreógrafa independiente incorpora en los espectáculos una fusión de flamenco y son jarocho géneros que comparten varias características. En el escenario y el tablao confluyen lo mismo jaraneros, bailaores, canciones y zapateo para conformar una misma historia.

Sobre los apoyos a la danza, manifiesta: la última que llega a las vanguardias es la danza.