Sociedad y Justicia
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Evaluaciones permanentes para determinar padecimientos de alto costo que sean financiables

Este año el Seguro Popular incluye la insuficiencia renal crónica

Condiciona que los pacientes sean candidatos a trasplante de riñón

El FPGC cubre costos de los tratamientos de 16 enfermedades, entre ellas el VIH/sida y diversos tipos de cáncer

 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de enero de 2012, p. 43

El Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos (FPGC) del Seguro Popular incluirá este año en su cobertura la atención de la insuficiencia renal crónica, pero limitado a las personas que sean candidatas al trasplante de riñón. Los expertos del Seguro Popular todavía evalúan los grupos de edad que se podrán beneficiar y los mecanismos para lograr una alta eficiencia en los procedimientos clínicos y de financiamiento, anunció David García Junco, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS).

Señaló que son permanentes las evaluaciones para determinar otros padecimientos de alto costo que pudieran ser financiados por el Fondo. Por un lado están las recomendaciones del Consejo de Salubridad General (CSG), y del otro los análisis actuariales para garantizar que una vez aprobada la inclusión de una nueva enfermedad, existirán los recursos económicos para atender a todas las personas que lo requieran y durante toda su vida.

Actualmente, el FPGC cubre los costos de los tratamientos de 16 enfermedades con más de 50 intervenciones, entre ellas VIH/sida, tumores malignos de mama, cáncer cérvico-uterino, de próstata, de testículo, linfoma no Hodgkin, infarto agudo al miocardio en menores de 60 años, cáncer en niños, cirugías de cataratas y trasplantes de córnea.

En entrevista, García Junco recordó que como parte del presupuesto federal de este año los diputados autorizaron una asignación adicional al FPGC por 200 millones de pesos para los tratamientos de pacientes renales. Este dinero se suma a los recursos provenientes del Sistema Nacional de Protección Social en Salud. De acuerdo con la ley, del total disponible para la operación del Seguro Popular, ocho por ciento se destina al fondo. En 2012 ese monto equivale a alrededor de 10 mil 400 millones de pesos.

Sin embargo, según han informado las autoridades en diversos momentos, por su elevado costo la cobertura de los tratamientos de la totalidad de los pacientes renales consumiría todo el dinero disponible en el fondo. Por eso, aunque ha habido intentos e incluso un programa piloto para evaluar la factibilidad de tal inclusión, hasta ahora no ha sido posible.

La insuficiencia renal crónica es una de las complicaciones más graves de la diabetes y la hipertensión arterial. Sólo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) son atendidos unos 35 mil enfermos. Este mal es uno de los seis que representan la mayor carga económica para el instituto.

De hecho, en la propuesta que hizo el IMSS para superar su crisis financiera planteó que el gobierno federal absorba la mitad de los gastos estimados para diabetes mellitus, hipertensión arterial, insuficiencia renal, cáncer cérvico-uterino, cáncer de mama y VIH/sida. Indicó que estos padecimientos consumen la cuarta parte del presupuesto institucional.

En el caso de las personas con falla renal que carecen de acceso a la seguridad social, la alternativa es la que pueda ofrecer el Seguro Popular, aunque algunas entidades también han decidido absorber esos costos en beneficio de los pacientes.

García Junco comentó que cada año el FPGC recibe un poco más de dinero del que gasta y en el futuro es el que podrá pagar todo.

El informe de resultados de la CNPSS del primer semestre de 2011 señala que para ese año el comité técnico autorizó un financiamiento de 6 mil 873.93 millones de pesos para los casos atendidos en el año, durante el cual ingresarían al fondo 10 mil 96.8 millones de pesos.

De la cantidad autorizada, casi una tercera parte –dos mil 53.69 millones de pesos– corresponde a la atención médica de casi 44 mil personas que viven con VIH/sida y reciben tratamiento antirretroviral y pruebas de laboratorio (carga viral y conteo de linfocitos CD4).