El virtual candidato de la izquierda al Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, se deslindó de la pugna en el PRD por las candidaturas a jefes delegacionales. Aseguró que él no participa ni se le consulta sobre ese proceso. Luego de reunirse con grupos de feministas, dijo que responderá jurídicamente la queja interpuesta por el PAN ante el Instituto Electoral local, y negó que utilice recursos públicos en la promoción de su imagen.

Quienes sí realizarán una manifestación son los precandidatos a delegados, diputados locales y federales del PRD, que convocaron ayer a una resistencia civil pacífica en contra de la pretensión de algunos perredistas de imponer, mediante acuerdos políticos, a familiares o parejas sentimentales, en lugar de optar por la encuesta. Integrantes de corrientes como IDN, NI, UPREZ, Frente Popular Francisco Villa y algunos marcelistas, informaron que el próximo viernes realizarán un cinturón humano alrededor del Zócalo e iniciarán movilizaciones en cada delegación y el domingo se realizará el encuentro contra la imposición.

Quien se mostró optimista en torno a este conflicto fue el coordinador de Diálogo para la Reconstrucción de México, Manuel Camacho Solís, quien consideró que en 72 horas podría estar resuelto ese problema, luego de acordar con los quejosos que llevará su petición de que la encuesta sea el método de selección de candidatos a la mesa del Movimiento Progresista, integrada por los líderes nacionales y locales de PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

Mientras, el petista Porfirio Muñoz Ledo y la precandidata del PAN al gobierno capitalino, Isabel Miranda de Wallace, difirieron en torno a la reforma política del Distrito Federal. La segunda dijo que el 5 de febrero presentará las bases de la convocatoria para instaurar el constituyente ciudadano, que sustituiría a la Asamblea Legislativa, que contaría con la participación ciudadana y transformaría a la ciudad en el estado del Valle de México. Muñoz Ledo la previno: que no se asuste Isabel Miranda, ya que en dos ocasiones el PAN ha detenido la reforma del Estado para impedir un cambio de profundidad en las estructuras de la ciudad y no ha presentado una sola propuesta.