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El pigmento amarillo de la especia reduce riesgo al agregarse al tratamiento con fármacos

Extracto de azafrán protege contra paros cardiacos en cirugías de bypass

Por sus propiedades antinflamatorias y antioxidantes evita que el músculo pueda dañarse ante la falta prolongada de flujo sanguíneo durante la intervención, señalan expertos de Tailandia

 
Periódico La Jornada
Martes 17 de abril de 2012, p. 2

Nueva York, 16 de abril. Los extractos de cúrcuma o azafrán de la India, especia conocida por sus propiedades antioxidantes y antinflamatorias, ayudarían a proteger de ataques cardiacos a las personas que se someten a una cirugía de bypass, según un estudio efectuado en Tailandia.

Durante una intervención de bypass el músculo cardiaco puede dañarse por la falta prolongada de flujo sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de los pacientes de sufrir un infarto. Sin embargo, los nuevos resultados, publicados en American Journal of Cardiology, sugieren que la curcumina –pigmento amarillo presente en la especia– reduciría esos riesgos cuando se agrega al tratamiento farmacológico tradicional. Las conclusiones se basan en un grupo relativamente pequeño de sujetos y deben confirmarse en estudios más amplios, señalaron los expertos dirigidos por Wanwarang Wongcharoen, de la Universidad Chiang Mai.

Los extractos de cúrcuma se usan desde hace tiempo en la medicina tradicional china e india. Estudios sugieren que la inflamación desempeña un papel importante en el desarrollo de una serie de enfermedades, incluida la dolencia cardiaca, y la curcumina podría tener efecto sobre esos problemas, dijo Bharat Aggarwal, quien investiga el uso de esa sustancia en la terapia contra el cáncer en el Centro Oncológico MD Anderson en Houston, Texas.

Es muy alentador, dijo Aggarwal sobre el nuevo estudio, en el que no participó. El equipo estudió a 121 pacientes que se sometieron en su hospital a una cirugía de bypass planeada entre 2009 y 2011. La mitad recibió cápsulas de curcumina de un gramo para tomar cuatro veces al día, comenzando tres días antes de la intervención y siguiendo hasta cinco días después.

La otra mitad tomó la misma cantidad de cápsulas, pero de placebo. Los investigadores hallaron que durante la estadía posoperatoria en el hospital, 13 por ciento de los pacientes que habían tomado curcumina tuvieron un infarto, comparado con 30 por ciento del grupo que recibió placebo.

Luego de considerar diferencias anteriores a la cirugía, Wongcharoen y colegas calcularon que las personas que tomaron curcumina tenían 65 por ciento menos posibilidades de padecer un ataque al corazón.

Los investigadores dijeron que es posible que las propiedades antioxidantes o antinflamatorias de la curcumina hayan ayudado a limitar el daño cardiaco en los pacientes.

La curcumina ha demostrado durante muchos años reducir la inflamación y la toxicidad de oxígeno o el daño causado por los radicales libres en una serie de experimentos, dijo Jawahar Mehta, cardiólogo de la Universidad de Arkansas, quien no trabajó en el estudio. Aunque esto no significa que sea un sustituto de la medicación, agregó.

Señaló que fármacos como la aspirina, las estatinas y los betabloqueadores han demostrado ayudar a los pacientes cardiacos, y los participantes en el estudio actual también los tomaron.

Una limitación de la investigación fue su tamaño relativamente pequeño. Otra es que si bien la curcumina se considera segura, podrían existir efectos colaterales en dosis muy elevadas.