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El monarca está al tanto de lo que se dice de él: la casa real; lo visita la reina Sofía

Ira en España por conducta indigna del rey; exigen partidos que pida perdón

La organización WWF, de la cual es presidente honorario, lamenta el perjuicio a su credibilidad

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En imagen de archivo, la infanta Elena, su hijo Juan Froilán Marichalar Borbón y el rey Juan Carlos de España, en el Palacio de la Zarzuela; ayer el adolescente fue dado de alta luego de que se disparó accidentalmente en el pie con una escopeta. A la derecha, la reina Sofía tras visitar a su esposo en el hospital donde se recupera de una lesión en la cadera durante una cacería en BotsuanaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 17 de abril de 2012, p. 28

Madrid, 16 de abril. El rey Juan Carlos I de España cotinúa con una buena evolución e incluso ya lee la prensa y ve la televisión, a cuatro días de haber sido intervenido en la cadera tras una caída cuando cazaba elefantes en Botsuana. Entre tanto, dirigentes políticos, representantes de organizaciones conservacionistas y ciudadanos le exigieron que pida “perdón por su comportamiento inadecuado, desafortunado e indigno.

España vive una situación inédita desde la restauración de la democracia: en los medios de comunicación masivos, tanto los impresos como electrónicos, se critica y hasta se satiriza la figura del monarca y su afición, pública y conocida, de cazar animales en parajes lejanos.

Pero la noticia de la operación de cadera por una caída en Botsuana desató la furia y la indignación, más aún cuando se conoció que estuvo prácticamente toda la semana pasada en el país africano, precisamente la misma semana en la que España estuvo más cerca que nunca de ser intervenida por su desastrosa situación económica.

Además trascendió que el gobierno del conservador Mariano Rajoy conoció y autorizó el viaje del jefe de Estado, lo que también suscitó críticas y reclamos.

Allí donde antes todo era autocensura y una política informativa que exaltaba en todo momento la figura del rey, ahora se habla abiertamente de abdicación, de conducta indigna y hasta se cuestiona el conjunto de la institución y su condición singular de perpetuarse en el poder a través del derecho de sucesión.

Ante la exigencia de la clase política –al menos los partidos de izquierda y los nacionalistas– y la sociedad en general de conocer más detalles del viaje del monarca, la casa real informó de manera extraoficial que viajó a Botsuana el pasado 10 de abril, en un agenda privada, para lo que sólo fue necesario movilizar a cuatro agentes que sirvieron de escoltas al monarca.

El Palacio de la Zarzuela agregó que el viaje fue realizado a raíz de una invitación, sin que se precisara de quién ni por qué motivo. También se confirmó que el viaje tenía por finalidad la caza de elefantes, animal que ya ha cazado en otras ocasiones el monarca, quien tiene esta afición desde niño y ha matado animales en vías de extinción como el propio elefante, el guepardo y osos, entre otros.

El rey Juan Carlos recibió la visita de la reina Sofía en el hospital madrileño, que duró unos 25 minutos y que confirmó que ya había una mejoría notable en la movilidad de su cadera. Se indicó además que el monarca también lee la prensa y ve la televisión y está perfectamente informado de lo que se habla sobre él y su accidente de caza.

Esto da a entender que el rey Juan Carlos es consciente del malestar y la indignación que hay en España sobre su actuación y su figura. Molestia que se extiende a la organización World Wild Fund (WWF) España, de la cual es presidente, y que lamentó el grave perjuicio para la credibilidad de WWF y de la intensa labor que ha desarrollado durante más de 50 años para la protección de los elefantes y de otras especies. El rey ocupa la presidencia de honor desde 1968.

De hecho, los directivos de la organización enviaron una carta a la casa real en la que descalificaron el desafortunado acontecimiento e informan que han recibido la petición de un importante sector de la opinión pública que se opone a la caza de elefantes, para que el rey deje la presidencia de honor de WWF España. Aunado a esto, numerosos socios están solicitando su baja de WWF España.

La carta, firmada por el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, explica que la cacería ha provocado enorme rechazo entre nuestros socios y en la opinión pública en general contraria a esta práctica, aun cuando ésta se realice de manera legal y regulada.

Desde Berlín, la sección alemana de WWF exigió al rey explicaciones sobre su participación en la cacería de elefantes. Más aún, cerca de 43 mil personas habían firmado hasta esta tarde una carta en Internet para exigir que se le quite la presidencia honoraria de la organización en España.

El malestar se trasladó a los partidos políticos, salvo el derechista Partido Popular (PP), que se limitó a censurar las polémicas que algunos están tratando de alimentar sobre una institución española.

El socialista Alfredo Pérez Rubalcaba ratificó la lealtad del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) hacia la monarquía parlamentaria, pero añadió que hay cosas que nos parecen bien y otras mal, pero no las comentamos. Entiendo que haya gente crítica hacia este episodio, pero yo no lo comento, voy a ver al rey y se lo comentaré a él, que seguro lo entenderá. El presidente del gobierno, Patxi López, sí exigió del monarca un gesto de perdón para con la ciudadanía, que no entiende cómo en plena crisis el jefe del Estado se va a una cacería de elefantes a Botsuana.

El más crítico fue sin duda el líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, quien advirtió que en torno a la jefatura del Estado hay demasiadas cortinas de humo que además se mantienen desde el gobierno. Al tiempo que reclamó información sobre el viaje: ¿Fue con empresarios? ¿Quiénes eran, qué perseguían con ese viaje? y remató que no habrá democracia plena hasta que el jefe del Estado sea elegido por los ciudadanos.

Otra voz indignada por la cacería del rey fue la actriz francesa Brigitte Bardot, quien afirmó que es indecente, repugnante e indigno de alguien de su rango. No es mejor que los cazadores furtivos que atacan y saquean la naturaleza, que son la vergüenza de España.

El español Partido Animalista externó su rechazo a que los miembros de la casa real practiquen la caza, actividad violenta en la que cada año mueren millones de animales y decenas de personas de forma accidental. Es vergonzoso que se financien con el dinero de todos aficiones relacionadas con el maltrato animal como la tauromaquia y la caza, prácticas a las que se debería poner fin.

La Asociación Nacional para la Defensa de los Animales explicó que España debería dar ejemplo dejando de matar elefantes y expresando su apoyo al fin del comercio de marfil ante la Unión Europea, sobre todo tras la drástica caída del número de elefantes en África en los años 90, que los colocaron al borde de la extinción.

Este martes están convocados una manifestación y un plantón a las puertas de la clínica donde se recupera el monarca de su operación.

En otro de los escándalos que afectan a la casa real, el nieto del rey, Felipe Juan Froilán Marichalar Borbón, de 13 años, recibió el alta médica una semana después de que tuvo que ser hospitalizado en esta capital tras darse un balazo en el pie con una escopeta de manera accidental. El adolescente, hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, recibió toda la semana antibioterapia intravenosa.