Mundo
Ver día anteriorMartes 17 de abril de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Liberan a 131 rehenes; se investigarán denuncias, dice el gobierno

Concluye motín en cárcel brasileña luego de 24 horas de negociaciones
 
Periódico La Jornada
Martes 17 de abril de 2012, p. 29

Brasilia, 16 de abril. La policía del norteño estado brasileño de Sergipe concluyó hoy con saldo blanco el motín que se originó en complejo penitenciario Advogado Antonio Jacinto Filho, en donde más de 400 presos mantenían a 131 rehenes, de los cuales 128 eran familiares de los reclusos, incluidos niños y mujeres.

Después de 24 horas de negociaciones, llegó a su fin la rebelión, informó la Secretaría de Seguridad Pública del estado en un comunicado.

Los 131 rehenes –128 familiares y tres guardias– fueron liberados durante las negociaciones, algunos a cambio de botellas de agua.

El motín comenzó la mañana del domingo en la hora de visitas.

Los 400 reos alzados, armados con cuchillos y tres carabinas robadas, quemaron colchones y denunciaron los malos tratos recibidos de los guardias y exigieron mejor alimentación.

Buena parte de las exigencias de los rebeldes corresponden al Poder Judicial. Nosotros atendimos todo lo que era posible y razonable y vamos incluso a investigar las denuncias, explicó el secretario de Seguridad Pública, Joao Eloy.

Con todo, muchas de las peticiones de los presos, como destituir a directivos del penal y prescindir de la empresa que lo administra, no fueron aceptadas.

Los cinco líderes del movimiento fueron trasladados a otra prisión.

Una de las primeras acciones para terminar con la protesta fue la liberación de algunos rehenes, seguida por la entrega de “dos escopetas calibre 12, dos pistolas taser (electrochoque), 25 municiones y dos cargadores.

La entrega de las armas fue un paso decisivo hacia el fin pacífico de la rebelión, indicó Eloy.

La policía prepara una requisa en el penal en busca de armas y otros objetos.

En Brasil, como en otros países de América Latina, el sistema carcelario sufre una crisis de sobrepoblación.

Las bandas criminales prosperan al imponer sus leyes en penales deteriorados e insalubres por falta de inversión, cuyas administraciones están contaminadas por la corrupción.