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Reúnen firmas para pedir la renuncia del mandatario español

Rajoy guarda silencio ante acusaciones de corrupción
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Miles de personas marcharon ayer en Madrid contra la corrupción política. Al grito de dimisión y ladrones, contra el presidente del gobierno y la cúpula del Partido Popular, la movilización fue seguida por policíasFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 2 de febrero de 2013, p. 24

Madrid, 1º de febrero. Dos días después del estallido del peor escándalo de corrupción política de las últimas décadas en España, el presidente del gobierno, el conservador Mariano Rajoy, sigue sin comparecer y mantiene silencio sobre las graves acusaciones en su contra. Su único movimiento hasta ahora es la convocatoria extraordinaria para este sábado del comité ejecutivo del derechista Partido Popular (PP), tras el cual se prevé que comparezca ante los medios de comunicación para explicar por qué su nombre y el de otros miembros de la cúpula de su formación política aparecen en los documentos contables de su ex gerente que acreditarían que el PP utilizó fondos ilegales y pagó sobresueldos que no declararon al fisco.

Mientras la indignación crece entre los votantes de izquierda y buena parte de los ciudadanos afines a ideas más conservadoras, el mandatario español está paralizado y escondido. No ha aparecido en actos públicos ni se han difundido fotografías de sus actividades ordinarias como mandatario español. Pero España está que hierve de indignación ante la publicación, por parte del diario El País, de unos documentos que prueban la financiación irregular del PP, que recibía importantes inyecciones de capital por empresas que posteriormente recibían importantes contratos de obra pública, como OHL, Sacyr o Mercadona.

Los documentos, de probarse ante la justicia como prueba fidedigna, corroborarían al menos tres delitos: la financiación irregular del PP como práctica cotidiana; la evasión fiscal de sus principales dirigentes desde 1990 hasta 2009, incluido el presidente, y, por último, el lavado de dinero negro. Además de Rajoy, los papeles contables del ex gerente del PP, Luis Bárcenas, también apuntan a otros dirigentes, como la actual secretaria general del PP y presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal; los ex vicepresidentes durante el gobierno de José María Aznar, Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja, así como otros líderes locales, entre ellos Javier Arenas y Pío García Escudero.

Este caso de corrupción en el PP se suma a otros similares pero no tan graves que han provocada la nausea y la indignación de la opinión pública, que se ha movilizado a través de Internet para reunir un millón de firmas para solicitar la renuncia de Rajoy. En sólo un día ya superó 400 mil.

Ante la ausencia de una explicación directa y contundente del mandatario español, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, compareció tras el Consejo de Ministros, pero se negó a valorar la situación creada tras el escándalo y se limitó a decir que esa era una cuestión del partido y que ella comparecía en representación del gobierno.

La única declaración fuera de este guión fue para defender la supuesta honorabilidad de su jefe: Llevo 12 años trabajando con Rajoy; en el gobierno, la oposición y otra vez en el gobierno. Y nunca lo he visto saltarse una norma. Siempre ha llevado una vida recta y de servicio público. Ante las peticiones ciudadanas y de partidos de la dimisión del mandatario y la convocatoria a elecciones anticipadas, afirmó: Este gobierno es estable. Primero, porque lo es su mayoría parlamentaria. Segundo, porque hace lo que tiene que hacer.

Pero en la calle y en sus filas la indignación no cesa. Dos concejales del PP, Eduardo Junquera y David Pasarin, dimitieron y se dieron de baja del partido por lo que tildaron de lamentables, vergonzosos y graves hechos relacionados con el caso Bárcenas. Junqueras, quien detentaba el cargo en Gijón, explicó que esos hechos, de ser ciertos, y parece que son ciertos puesto que yo creo que han tenido tiempo suficiente para justificarlos y de momento no se han dado las explicaciones oportunas, son la magnificación de la desvergüenza, el descaro y el descrédito de la clase política y, sobre todo, de nuestro partido.