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Fueron descubiertas en 1978, en el Templo Rojo Sur, dice la directora del museo

Por primera vez exhiben el conjunto de 80 piezas de la ofrenda al dios Xochipilli

Entre luces canta y llega el sol se inscribe en el Proyecto Templo Mayor

Los mexicas creían que el día y la noche era una lucha constante, por eso es el Señor del Rojo Crepúsculo, explican

 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de agosto de 2015, p. 5

Entre la tarde y la noche existe un breve momento en que el cielo se tiñe de rojo, es entonces cuando el sol muere y recorre el inframundo para renacer de nuevo por la mañana.

Es el instante del dios Xochipilli, a quien los mexicas dedicaron una ofrenda con miniaturas de instrumentos musicales y tres cuchillos monumentales, entre otras piezas, localizada en 1978 en el Templo Rojo Sur.

Son 80 piezas que ahora se muestran por primera vez, en conjunto, en la exposición Una ofrenda a Xochipilli: entre luces canta y llega el sol, que se complementa con otro cuchillo monumental localizado en el Templo Rojo Norte en 1900, la única que sobrevivió a un saqueo, así como vestigios de una colección particular de instrumentos musicales indígenas.

Esta exposición, de unas cien piezas, se basa en una ofrenda que se encontró y que es parte del acervo que resguardamos en el Museo del Templo Mayor. Fue la ofrenda 78, descubierta en 1978, en el Programa del Proyecto Templo Mayor a cargo de Eduardo Matos Moctezuma, explicó Patricia Ledesma Bouchan, directora del museo y curadora de la muestra.

La ofrenda estaba compuesta por varios objetos con un fondo rojo, muchos de ellos rotos, las investigaciones, entre ellas la de la arqueóloga Bertina Olmedo, determinaron que estaba dedicada al dios Xochipilli para pedir que lloviera”, agregó durante un recorrido con representantes de los medios de comunicación.

“Lo que los arqueólogos descubrieron en el primer nivel de la ofrenda son objetos marinos y lo interesante es que el fondo era rojo. La ofrenda tenía un polvo de ese color. Lo que Bertina Olmedo propone es que se trataba del Tamoanchan, lugar mítico de donde venían muchos dioses.

Se encontraron los cuchillos de tamaño monumental y piezas que tienen que ver con los dioses Xochipilli y Tláloc. Expresan, de acuerdo con la estudiosa, que se invocaba la lluvia.

Tres cuchillos monumentales

En 1900 se halló una ofrenda similar cerca de la Catedral. El descubrimiento lo realizó Leopoldo Batres, quien ubicó ollas similares a las que se descubrieron rotas 78 años después, y encontró que estaba dedicada al dios Xochipilli, gracias a él y a los estudios de Bertina Olmedo encontramos que la ofrenda está dedicada al dios Xochipilli, y por algunos versos, que esta deidad tenía comunicación con Tláloc para solicitarle precisamente lluvia.

Foto
Máscara antropomorfa incluida en la exposición Una ofrenda a Xochipilli: entre luces canta y llega el sol montada en el Museo del Templo Mayor. La muestra en el recinto de Seminario 8, Centro Histórico, se complementa con un cuchillo monumental localizado en el Templo Rojo Norte en 1900, única pieza que sobrevivió a un saqueo, así como vestigios de una colección particular de instrumentos musicales indígenas. Según las crónicas Xochipilli es el dios de la música y todas las mañanas los mexicas celebraban el amanecer con música y oracionesFoto Guillermo Sologuren

Los tres cuchillos monumentales de la ofrenda 78, que pesan 15, 14 y 34 kilogramos, respectivamente, son ceremoniales y no fueron utilizados para sacrificios. Uno muestra un rostro que, por cómo está ataviado, nos dice que es el dios Macuilxóchitl Xochipilli, es decir, Xochipilli en su adoración de dios solar, Macuilxóchitl. Es el dios que renace todos los días. Los mexicas pensaban que el día y la noche era una lucha constante en la que el sol por la noche muere pasa por el mundo de los muertos y renace todos los días, justamente en esos momentos en los que muere y renace es un crepúsculo rojo, por eso Xochipilli es el Señor del Rojo Crepúsculo.

Añadió que entre los hallazgos de la arqueóloga Olmedo se encuentran que en la ofrenda todo es rojo porque se está haciendo referencia al crepúsculo del amanecer. De acuerdo con las crónicas Xochipilli es el dios de la música, y todos los días por la mañana los mexicas celebraban el amanecer con música y oraciones. Xochipilli representa la esperanza de un nuevo día, donde se le tiene que recibir con energía y muchas oraciones.

Esta exposición, dijo, también lleva a la reflexión de qué es lo que hacemos nosotros por la mañana, la necesidad de que si se localizan restos prehispánicos no los muevan de su sitio para que sean investigados por expertos, además de la relación de los pueblos indígenas con la música y que los visitantes sepan que las ofrendas no se realizaban, ni se realizan, únicamente el Día de Muertos.

Las investigaciones continúan. Falta determinar para qué servía una pequeña figura de cerámica que se exhibe al lado del cuchillo localizado en 1900 en la ofrenda saqueada en el Templo Rojo Norte y cómo elaboraban el color rojo que se encuentra en los muros del Templo Rojo Sur, cuya maqueta en escala pequeña se incluye en la exposición.

Como parte de la muestra en el Museo del Templo Mayor (Seminario 8, Centro Histórico), se proyectan dos videos y habrá cuatro conferencias, todos los sábados de agosto de 10 a 12 horas, con los temas: La música tradicional indígena y la labor de la Fonoteca en su salvaguarda; Instrumentos musicales mexicas, El culto al sol naciente entre los mexicas y Ofrendas a los dioses en la tradición mexica.

El cupo para asistir a las conferencias está limitado a 139 personas.