El director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada Pascal, demandó en el Senado modificaciones a la miscelánea fiscal, para incluir en el esquema de deducibilidad a las empresas con ingresos de hasta 100 millones de pesos al año –la propuesta que envió el secretario de Hacienda al Congreso sólo incluye deducciones a las que tienen ingresos de hasta 50 millones–, ya que ello permitiría el crecimiento económico.

Al participar en el foro Detonar la inversión para el crecimiento, organizado por el senador Mario Delgado, Foncerrada Pascal advirtió que desde 1982 se acabó la inversión pública: Tenemos 35 años de no contar con la inversión que requerimos, y aunque ha habido participación del sector privado, no es suficiente.

En su exposición, el director del CEESP refirió que a partir de 1983 el crecimiento económico ha sido mediocre, de dos o tres por ciento anual. ¿Cómo vamos a crecer sin inversión?, cuestionó, y advirtió: la inversión pública no está resolviendo el problema del crecimiento, y eso es fundamental, porque si no, no habrá empleos ni mejores salarios.

Pidió a los legisladores que modifiquen algunos de los planteamientos que hizo la Secretaría de Hacienda en el paquete económico –Presupuesto de Egresos de la Federación 2016, Ley de Ingresos y miscelánea fiscal–, como permitir la deducción en la inversión, pero no en los 50 millones de ingreso, sino incrementarlo a 75, 100 millones de pesos, eso sería lo ideal.

Esa decisión, explicó luego en entrevista, permitiría entrar a esa medida a empresas medianas que invierten mucho más; sería muy positivo. La Secretaría de Hacienda dio un paso en la dirección correcta, es muy positivo, y se puede aprovechar si se incrementa el monto de las empresas, insistió.

Foncerrada Pascal acusó: no crece la inversión, pero aumenta el consumo del gobierno. Desgraciadamente, siempre que hay escasez de recursos se vuelve a castigar la inversión.

Recordó que en décadas pasadas hubo dos temporadas de crecimiento: una fue con Porfirio Díaz, que crecimos a más de 6 por ciento, y otra en los años 50, 60 y 70; fueron otros 30 años que crecimos a más de 6 por ciento. Después hemos tenido tasas extraordinariamente bajas.