Opinión
Ver día anteriorJueves 12 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

Chapo sube, Slim baja

Perdones del IFE, increíbles

Mullen: la contrainsurgencia

Clase Política

Ojo por ojo

Julio Hernández López
Miguel Ángel Rivera
Dinero

El primer Forbes del panismo

Chapo Guzmán entre los billetudos

El bono de 100 pesos

México SA

El Chapo: narco Forbes

Slim: tercer lugar

Fuera Saba y Zambrano

Enrique Galván Ochoa
Carlos Fernández-Vega
Navegaciones

De pura raza

Guerra antidrogas: percepciones equívocas y compartidas
A

yer, a unas horas de que el director de la Inteligencia Nacional estadunidense, Dennis Blair, señaló que el gobierno mexicano ha perdido el control sobre parte de su territorio por la actividad de los cárteles de la droga, y de que el Departamento de Estado del país vecino afirmó que el negocio del narcotráfico en México involucra a unas 450 mil personas y genera ganancias que ascienden a 25 mil millones de dólares, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, respondió a tales señalamientos de manera desusadamente enérgica: demandó al gobierno de Barack Obama una actitud de colaboración en materia de combate al narcotráfico que se traduzca en una reducción eficaz del consumo y, desde luego, en el tráfico de drogas en ese país que, bien lo sabemos todos, no se explica sin la corrupción de las autoridades que en esos niveles permiten ese tráfico. Asimismo, enfatizó que minar el esfuerzo que hace el gobierno mexicano en la lucha por construir una región más segura es una irresponsabilidad con los ciudadanos de ambas naciones y es también un favor gratuito que se le hace al crimen.

Pedro Miguel
El Correo Ilustrado

Pide justicia para su hijo preso

A

l licenciado Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF; a la CNDH y la CDHDF:

El país desde abajo Apuntes de mi gira por México
E

n mis recorridos por el país pude comprobar que en los últimos tiempos se ha reactivado la explotación minera. Se trata de una actividad dominada básicamente por tres consorcios nacionales –Minera México, Peñoles y Grupo Carso–, así como por empresas extranjeras, sobre todo canadienses.

Andrés Manuel López Obrador – IV
Las autoridades de salud mienten sobre el tabaco
E

n una nota de Ángeles Cruz Martínez (La Jornada, 6/3/09) se registran datos y afirmaciones de la Secretaría de Salud y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que no tienen sustento científico y que demuestran su desconocimiento sobre el tema del humo de tabaco, en este caso para los llamados fumadores pasivos. Repiten como loros las intencionadas afirmaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también ha demostrado absoluta parcialidad en la selección de los estudios en que ha basado su campaña mundial en contra del consumo de tabaco.

Mal empieza el subsecretario
E

l recién nombrado subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Carlos Rico, en su comparecencia ante comisiones en la Cámara de Diputados, señaló que 90 por ciento del tráfico de armas que llegan a México tiene que ver con una vieja tradición de migrantes que compran una o dos armas y así financian el viaje a sus lugares de origen (El Universal, 5/3/09).

Octavio Rodríguez Araujo
Ana María Aragonés
La reforma del Consejo, otra vez
C

urioser and curioser..., la célebre reflexión de Alicia ante los sucedidos que presenciaba en aquel País de las Maravillas, viene a la mente al examinar los acontecimientos recientes del prolongado proceso de reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del que México forma parte en el bienio 2009-2010. Igual reacción despiertan algunos cambios, más o menos abruptos, de la posición respecto de este mismo tema del particular País de las Maravillas en que vivimos. Parece conveniente, por tanto, abordar el asunto de la reforma del consejo, otra vez.*

Sarkozy y la impunidad
A

l presidente Sarkozy no se le reprocha la firmeza con que defiende a su compatriota Florence Cassez, sentenciada por secuestro, pero sí la notoria falta de prudencia para convertir un asunto penal en el tema central de su visita oficial a México. Como si México y Francia no tuvieran una agenda bilateral prometedora, a la vez rica y compleja, Sarkozy prefirió el juego mediático para anotarse unos puntos en el marcador, demostrando así que el populismo no tiene patria y es tan común como la política misma. No soy el hombre de la impunidad para nadie, pero al mismo tiempo tengo una responsabilidad con mis conciudadanos, hagan lo que hayan hecho (sic), dijo ante el Senado de la República, opacando otros pasajes de su elaborada pieza oratoria, incluido aquel timbrazo al nacionalismo local donde aseveró que el mundo espera más de México, al reclamar el muy discutible envío de tropas nacionales a las cuestionables operaciones militares de paz emprendidas por Estados Unidos y sus aliados europeos bajo la bandera de la ONU. Pero la alusión a Cassez lo borró todo y marcó la jornada. Sarkozy, el campeón de las liberaciones difíciles, actuaba de nuevo, aun cuando el problema de marras discurre con normalidad a través de los canales diplomáticos y judiciales correspondientes.

Jorge Eduardo Navarrete
Adolfo Sánchez Rebolledo
En bandeja de plata
M

éxico vive momentos de alto riesgo. Cuando arrecian recesión, desempleo y flaquean los alfileres que sostienen la economía por la caída de petróleo, remesas, turismo y exportaciones, las imprudentes y desatinadas políticas económicas neoliberales y de seguridad del calderonismo nos colocan en serio predicamento. Se privatiza y extranjeriza la renta petrolera; se aplican medidas procíclicas; se arremete contra salario, agricultura, derechos laborales y el aparato productivo en un esquema que anualmente expulsa a 600 mil mexicanos de su espacio nacional. Con la válvula cerrándose por el colapso del empleo en Estados Unidos, a diario aumenta el riesgo de explosión social, en especial en la frontera norte. Mientras, la inconstitucional militarización de la campaña contra el narcotráfico y crimen organizado, tareas exclusivas de entes civiles, alentada por Estados Unidos y Los Pinos, se hunde en un baño de sangre, debilita la función de defensa nacional y gesta una debacle de derechos humanos.

La democracia en América Latina
E

stados Unidos se presenta como el paladín de la democracia en América Latina pero la historia demuestra lo contrario. En la última década hemos visto cómo Washington y sus aliados oligárquicos han intentado impedir el triunfo electoral de los candidatos populares a la presidencia al sur del río Bravo mediante feroces campañas de terror mediático, trucos jurídicos o el fraude electoral. De la misma manera, el despliegue de planes desestabilizadores cuando estos candidatos logran llegar al gobierno e instrumentan la defensa de la soberanía, la democracia participativa, el rescate de los recursos naturales y bienes públicos, programas sociales redistribuidores de la riqueza y la proclamación de nuevas constituciones antioligárquicas.

John Saxe-Fernández
Ángel Guerra Cabrera
Desdémona
C

asi pared con pared, en dos teatros contiguos universitarios conviven Otelo de William Shakespeare y Desdémona, la historia de un pañuelo de la dramaturga estadunidense Paula Vogel, según la excelente idea de Enrique Singer de que ya he hablado en el artículo dedicado a la tragedia shakespereana. De Paula Vogel conocimos hace algunos años Cómo aprendí a manejar dirigida por Otto Minera y con esta obra nos remite sin remedio a Tom Stoppard con Rosencrantz y Guildenstern han muerto y a la teoría del personaje prestado de Macedonio Fernández, aunque en el programa de mano el traductor y adaptador Alfredo Michel ofrece algunas líneas en donde la estadunidense refuta a su modelo británico. Vogel propone a las tres mujeres que aparecen en Otelo, cada una con sus razones y sinrazones, a lo largo del día que desembocará en la tragedia, pero sin destacar excesivamente a ninguna de ellas, antes bien rescatando a Bianca del rincón en que la mantiene Shakespeare y dándole un peso específico en su nuevo drama.

Tono Masoliver y la amistad
1. ¿C

ómo hablar de una amistad entrañable, extendida a lo largo de los años? ¿Será necesario acudir a Cicerón para explicarla? ¿O referirse a Franz Kafka y a Max Brod, quienes además del afecto compartían sus lecturas, las ajenas y las de su propia obra? ¿O a los ensayos de Montaigne sobre la amistad? ¿O resumir el que Maurice Blanchot dedicó a su amigo Georges Bataille, poco tiempo después de su muerte? ¿O a la peripatética amistad que unió a don Alfonso Reyes con don Pedro Henríquez Ureña? ¿O a la sostenida por Mary McCarthy y Hannah Arendt? Obviamente no, dudo que Cicerón haya tenido amigas, que Tono me encomendase sus obras con la intención de destruirlas o que me permitiese entonar un obituario en su favor, cuando es a él a quien debo pedirle que haga el mío, a su debido tiempo.

Olga Harmony
Margo Glantz