jornada


letraese

Número 185
Jueves 1 de Diciembre
de 2011



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate

Infertilidad
problema multifactorial

La capacidad reproductiva se da por sentada. Es sólo cuando comienza a haber problemas para lograr un embarazo que la gente se pregunta si hay algo que no funciona bien. Entre los factores que pueden provocar infertilidad, existen varios a los que las personas están expuestas constantemente: se trata de químicos que suelen utilizarse en empaques plásticos, latas u otros objetos de uso común.

Gerardo Suárez López

Los seres humanos conviven diariamente con sustancias tóxicas y contaminantes presentes en el ambiente, en objetos de uso cotidiano y en sus ocupaciones, los cuales pueden dañar su salud e incluso influir en su capacidad reproductiva.
La Organización Mundial de la Salud definió la infertilidad como una enfermedad consistente en la incapacidad de lograr un embarazo durante 12 meses o más de relaciones sexuales no protegidas, y calcula que 15 por ciento de las parejas en edad reproductiva en el planeta tienen dicho problema.
En este marco, el subdirector de Medicina Reproductiva del Instituto Nacional de Perinatología (Inper), Julio de la Jara, asegura que “el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos ha registrado cerca de 300 contaminantes encontrados en la sangre de diferentes individuos”, de los cuales, “hay sustancias reconocidas que provocan algún efecto sobre la fertilidad”.
La acrilamida, el bisfenol-A, las dioxinas y furanos, además del plomo –sustancias utilizadas en procesos industriales– “sí pueden influir pero no son uno de los factores principales” de la infertilidad, señala De la Jara Díaz.
Infecciones de transmisión sexual y otras enfermedades infecciosas, cirugías previas, problemas endócrinos, diabetes y consumo de alcohol y tabaco, son las causas más conocidas de infertilidad, aunque a veces es imposible determinar su origen.
Estos factores dañan los sistemas reproductores. En hombres se altera la espermatogénesis o formación de nuevos espermatozoides dentro de los testículos. Las consecuencias en mujeres son fallas en la ovulación y la oclusión de las trompas de Falopio, debido a endometriosis (crecimiento del endometrio fuera del útero), infecciones, cirugías previas o embarazos extrauterinos.
Del total de casos de infertilidad, el factor masculino aporta una mitad mientras que el factor femenino completa la otra mitad, según el médico del Inper.

Tóxicos de la infertilidad
Dos agentes químicos, la acrilamida y el bisfenol-A, empeoran la fertilidad masculina. Julio de la Jara explica que “provocan una disminución en la cuenta y movilidad de los espermatozoides”.
La acrilamida se usa para tratar agua potable, fabricar papel, cosméticos, y para sellar diques o tubos de drenaje. También “se ha encontrado que los fumadores tienen esta sustancia en su sangre”. El bisfenol-A se emplea para elaborar biberones, botellas, otros plásticos y para recubrir latas que contienen alimentos y bebidas.
El especialista resalta que “en algunos estudios se ha analizado la posibilidad de que las dioxinas y furanos provoquen de alguna manera endometriosis” en mujeres. Estos agentes químicos sirven para elaborar pesticidas y conservadores.

Plomo y ocupaciones
El artículo Efectos del plomo en la reproducción, publicado por el Inper, asegura que la exposición frecuente a este metal afecta la espermatogénesis en los hombres, mientras que en mujeres provoca alteraciones del ciclo menstrual, además de abortos espontáneos y partos prematuros en embarazadas.
Los daños ocurren sobre todo en trabajadores de industrias donde el insumo principal es el plomo, y en mujeres que viven cerca de estos complejos, como fundidoras y refinerías.
El estudio también recuerda que “la fuente individual más amplia de intoxicación por este metal” son los trastes de barro o cerámica vidriada, pues usualmente el barniz para el vidriado contiene plomo.
En tanto, el médico del Inper agrega que hay muchos casos de campesinos infértiles por exponerse frecuentemente a insecticidas, mientras que los choferes que pasan varias horas continuas al volante son propensos a esta enfermedad porque al mismo tiempo están frente a un motor que genera calor, lo que contrarresta la formación de espermatozoides, pues los testículos funcionan correctamente a una temperatura menor que el organismo.

Prevención
“No te puedes encerrar en una vitrina y dejar de respirar, de usar y de comer lo que hay”, expresa el especialista, por lo que estar sano en el plano fértil implica comer bien, hacer ejercicio y acudir al médico para prevenir enfermedades. Añade que al pensar en hijos es importante reconocer que “la fertilidad es algo que tiene un límite”.
“Muchos casos de infertilidad tristemente no se pueden resolver y eso es por una falta de cultura, por pensar que somos fértiles toda la vida y que nos podemos embarazar a la hora que queramos”.

 

 

 

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