jornada
letraese

Número 185
Jueves 1 de Diciembre
de 2011



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate


De izquierda a derecha: Alejandro Brito, periodista y director de la organización civil Letra S; Luis Adrián Quiroz, presidente de la organización civil Salud, Derechos y Justicia; Luis Enrique Soto Ramírez, investigador especializado en infectología y VIH/sida del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, y Sigfrido Rangel, asesor médico.

30 años de VIH/sida: avances y retos para el futuro

Guillermo Montalvo Fuentes

Irrumpió en el mundo hace 30 años con efectos devastadores. Miedo, ignorancia y rechazo, son algunas de las palabras que describen la reacción de médicos, gobierno y sociedad ante los primeros casos de infección por el virus de inmunodeficiencia humana. Hoy, en el marco del 1 de diciembre, Día Mundial de la lucha contra el VIH/sida, especialistas en el tema reflexionan sobre los avances obtenidos y los retos que deberán sortearse en el futuro para contener esta epidemia.

Del pánico a la reacción inmediata
El primer caso de VIH/sida en México aparece en 1983. Desde entonces y a la fecha el curso de este padecimiento ha experimentado cambios significativos, debido al compromiso de la comunidad científica, la participación de la sociedad civil, los programas implementados por las instituciones de salud y el trabajo de empresas farmacéuticas.
Sin conocimiento suficiente, sin pruebas de detección ni medicamentos, los esfuerzos del personal médico, durante los inicios del entonces mal llamado “cáncer rosa” estaban reducidos a combatir infecciones oportunistas y brindar apoyo psicológico a quienes vivían con el virus; así lo recuerda Luis Enrique Soto Ramírez, investigador especializado en infectología y VIH/sida del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
Es a mediados de la década de los 80 cuando surge una prueba para la detección del VIH, y hasta 1996 que se comienzan a utilizar los tratamientos antirretrovirales altamente efectivos, antes de los cuales sólo se contaba con medicamentos de resultados poco eficaces y transitorios.
Para Soto Ramírez el trabajo de las farmacéuticas contribuyó de manera sustancial a la investigación y surgimiento de nuevos tratamientos, como las triples terapias o los llamados cócteles de medicamentos, que se han perfeccionado hasta dar paso a fármacos que se toleran mejor y se toman de manera más fácil, lo cual favorece que los pacientes tengan una mayor adherencia y con esto una mayor calidad y cantidad de vida.
Al respecto, Alejandro Brito, periodista y director de la organización civil Letra S, ha calificado el acceso a los tratamientos antirretrovirales como un “parteaguas” en los 30 años de respuesta al VIH, pues aunque todavía se trata de una infección incurable y mortal, el uso de estas medicinas permitió que se convirtiera en un padecimiento crónico y tratable. Por tal motivo, reconoce que en la historia de la medicina no ha habido ningún otro padecimiento ante el cual se haya reaccionado tan rápido como sucedió con el VIH.

La otra epidemia
Estigmas y rechazo en la familia, el trabajo, la escuela y los servicios de salud. “El VIH/sida desató en la sociedad otra epidemia: la del pánico, que hizo tanto daño como el virus mismo”, así lo señala Brito Lemus, para quien la respuesta social en esta materia ha sido “lenta y remisa”.
Por su parte, Luis Adrián Quiroz, presidente de la organización civil Salud, Derechos y Justicia, que trabaja con derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, coincide en que si bien existen avances en investigación, medicamentos y sobrevida de las personas con VIH, en la parte social no se han generado suficientes cambios a favor.
“La exigibilidad de nuestros derechos está rezagada; quienes vivimos con VIH todavía sufrimos discriminación como hace 30 años y encontramos barreras en distintas áreas, entre ellas el acceso a la salud”, denuncia el activista.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010, tres de cada diez mexicanas y mexicanos no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas con VIH/sida; una cifra sólo superada por homosexuales y lesbianas.
En este sentido, Quiroz considera importante que se implementen acciones integrales para erradicar la discriminación, más allá de “las llamaradas de petate previas al 1 de diciembre, día en que todos quieren quedar bien”.

Los retos del futuro
Implementar políticas públicas desde el sector nacional de salud, promover estrategias de prevención múltiples o combinadas, diseñar planes ante la falta de recursos y fomentar una capacidad educativa en personal médico y sociedad en general, son los principales retos que de acuerdo con los especialistas deberá sortear la epidemia del VIH/sida en los próximos años.
Para Luis Adrián Quiroz la prioridad está en aplicar una política como sector: “el IMSS hace sus cosas, la Secretaría de Salud otras y el ISSSTE hace las suyas, pero nunca pensamos como sistema nacional de salud; hace falta visión para implementar acciones cohesionadas en un esfuerzo con el fin de dar una respuesta coherente y organizada”.
Que la prevención del VIH se aborde igual que su tratamiento, es decir, desde un enfoque multifactorial, es a lo que debe apostar la respuesta a la epidemia, asegura Alejandro Brito. Para él, es importante que las estrategias de prevención no sólo busquen el cambio de comportamientos individuales, sino que también incluyan recursos biomédicos, como el uso de antirretrovirales para prevenir nuevas infecciones, y que se busque lograr verdaderos cambios sociales.
Además de coincidir en los retos anteriores, Luis Enrique Soto subraya que los siguientes 30 años del VIH/sida van a ser difíciles en materia de recursos económicos; así como en la generación de capacidades educativas, por un lado en la sociedad, para evitar el estigma y la discriminación; y por otro en los médicos tratantes, para que puedan ofrecer atención de calidad a los pacientes.
Aunque la preparación del personal médico es responsabilidad de las instituciones académicas, el reto de generar capacidades educativas ha encontrado apoyo en algunas farmacéuticas, las cuales han patrocinado distintas actividades de educación médica continua para el personal responsable del cuidado de personas que viven con VIH, programas validados por las más importantes sociedades médicas mexicanas, entre ellas la Sociedad Mexicana de Infectología.

 

 

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