jornada


letraese

Número 187
Jueves 2 de Febrero
de 2012



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate

opinion


Adriana Ortiz Ortega**

Feminismo y estrategia global*

El Programa de Acción de El Cairo y la Plataforma de Acción de Beijing contienen las recomendaciones acordadas por consenso en las conferencias de 1994 y 1995 respectivamente, lo que marcó un hito para el movimiento internacional por la salud de las mujeres, ya que contienen una visión integral, holística y transformadora para el futuro, desarrollada a través del diálogo internacional y suscrita por casi todos los gobiernos del mundo.
De forma sintomática, sin embargo, en 1995 se iniciaron varias reuniones en las Naciones Unidas (ONU) para crear una dirección diferente para el desarrollo, influenciada sobre todo por consideraciones financieras. Esas reuniones, a las que asistieron los líderes de desarrollo superior, comenzaron en 1995 y duraron hasta el 2000.
Obtuvieron una gran atención mediática cuando se hizo evidente que habrían de culminar en una nueva agenda para el desarrollo, algo que no había ocurrido en anteriores reuniones de la ONU. Fue durante una Reunión para el Amanecer del Nuevo Milenio que la Declaración del Milenio fue aprobada por la Asamblea General de la ONU. Aunque las 12 esferas de Interés de la Plataforma de Acción de Beijing se integraron dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se hizo de una manera que redujo su postura crítica y dejó a un lado el enfoque holístico de la Plataforma de Acción. Sin duda, los elementos esenciales de la agenda de género se mantuvieron y se establecieron la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, y su libertad para evitar el hambre y el temor a la violencia, la opresión y la injusticia. Sin embargo, los objetivos estratégicos y las acciones de Beijing se transformaron en recomendaciones secundarias dentro de las seis Metas de Desarrollo del Milenio.
El resultado fue que se perdieron más de dos décadas de discusión mundial entre las mujeres y la fertilización cruzada del diálogo feminista con las ONG, partidos políticos, instituciones internacionales y gobiernos. Aún no se han escrito los relatos históricos de cómo sucedió esto, sin embargo, los pocos artículos sobre la materia establecen que los ODM redujeron la visión y las aspiraciones del movimiento feminista hacia una serie de objetivos estrechos y técnicamente concebidos. Además, la adopción de los ODM marcó un cambio en los recursos y las prioridades desde la sociedad civil hacia el desarrollo de políticas por parte de los gobiernos, lo que erosionó la perspectiva holística de los derechos humanos adoptada en El Cairo y Beijing y en la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos (Viena, 1993).
En medio de circunstancias adversas, las feministas han respondido mediante su participación en múltiples estrategias. Por poner sólo un ejemplo, se han enfocado a entablar un diálogo con las agencias de la ONU a fin de no perder la oportunidad de influir sobre los ODM. Quince años después, es posible afirmar que aunque los esfuerzos feministas no han permitido que el programa de salud reproductiva sea dejado de lado, también es cierto que en los ODM, las metas de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres están presentes y que la eliminación de la desigualdad de género sigue siendo un objetivo.
Si las feministas van a participar en una reforma política para la agenda de salud sexual y reproductiva, continúa como tema inicial en la lista generar un amplio debate sobre cómo construir una agenda de desarrollo centrado en las personas, así como establecer mecanismos de búsqueda y estrategias para la reconstrucción de la gobernabilidad a partir de una perspectiva feminista. Esta tarea requiere un compromiso continuo en el descubrimiento de la ideología subyacente de la actual agenda para el desarrollo y su estrecha visión de la democracia. Cuestionar el actual comercio mundial, los regímenes de financiamiento y la dirección de la política mundial actual, es un ejercicio al que los distintos grupos feministas están dedicando energía. Entre los desafíos está la necesidad de “de-construir”, por así decirlo, los discursos tecnocráticos.

* Traducción y edición del artículo “Perpetuating power: a response”, publicado en Reproductive Health Matters, Noviembre de 2011. Traducción completa en www.letraese.org.mx
** Asesora académica, UNAM, Secretaría General.

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S U B I R