Opinión
Ver día anteriorLunes 12 de mayo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Balance de la Jornada

El duopolio empieza a perder poder en el futbol mexicano

León, favorito sobre su hermano Pachuca

Foto
Rafael Márquez (izquierda), defensa del León y capitán de la selección mexicana, busca su segundo título al hilo con los Panzas VerdesFoto Jam Media
L

a pesadilla de los que controlan el balón en el futbol mexicano se está volviendo realidad. Con reglas oscuras –acordadas sólo por ellos e infringidas también por ellos mismos–, se inventaron el supuesto fin de la multipropiedad con tal de cerrarle el camino a Carlos Slim, pero es el magnate el que ahora ríe al ver a sus dos equipos en la final del torneo Clausura 2014.

El empresario tuvo buen ojo para entrarle al negocio del balompié y se asoció con el Grupo Pachuca: el duelo Tuzos-León podría definirse como la Final Telcel y ser vendida con el eslogan de todo el futbol mexicano es nuestro territorio, para berrinche hoy de Televisa, como el torneo pasado lo fue para la televisora del Ajusco.

En un futbol mexicano que estaba controlado totalmente por el duopolio televisivo, Fox Sports tiene la final por segunda campaña consecutiva y el ejemplo de La Fiera podría ser seguido por otros clubes en las próximas temporadas o por lo menos les servirá para exigir un mejor contrato, ya que antes se tenían que doblegar ante lo que les ofrecieran.

Llegar a una final es gracias a una serie de circunstancias que en el caso de ambos equipos ronda el calificativo de milagroso. Los dos llegaron con escasas posibilidades de liguilla a la última jornada y mientras Pachuca remontó una diferencia de tres goles ante Querétaro, el León dependía de cinco resultados para avanzar. Y se colaron en forma sorpresiva hasta para ellos mismos. Así que también en eso están parejos: traen la suerte del campeón.

En la semifinal Pachuca-Santos pudo más la sapiencia de Enrique Meza que los berrinches de Pedro Caixinha. El Ojitos instaló a otro equipo en una final, en un palmarés impresionante para el ex portero, mientras el portugués sigue siendo traicionado por su carácter y agarra parejo con todo lo que tiene enfrente: técnicos, jugadores, aficionados y hasta sus propios pupilos, ya que calificó a Oribe Peralta y a Darwin Quintero de jugadores más que vulgares. Por mucho menos que eso los Guerreros corrieron a Rubén Omar Romano.

A Oswaldo Sánchez de nada le sirvió estar en el club de los 700 partidos. Desde hace varios encuentros se le había hecho costumbre agredir a los rivales, ante la complacencia arbitral que le perdonaba la expulsión, pero ahora se topó con Marco Rodríguez, que aplicó el reglamento sin miramientos y al que muchos usan como pretexto para justificar sus caídas.

En los últimos años, los Tuzos han dominado la mayoría de los torneos infantiles y juveniles –unos dicen que realizan una gran labor de fuerzas básicas, otros que son especialistas en piratear talento–, pero eso no se había reflejado en su primer equipo, hasta ahora. Estos Tuzos tienen al goleador Enner Valencia, pero también destacan elementos de su cantera como Hirving Lozano y Jurgen Damm, más el legendario Conejo Pérez, quien anda en su enésimo aire.

El León defenderá su corona hasta el final, con la mira puesta en el bicampeonato y en una serie en la que muchos lo consideran favorito, a pesar de que clasificó como el octavo pasajero.

La escuadra del estudioso timonel Gustavo Matosas se concentró por fin exclusivamente en la liga, retomó poco a poco su juego colectivo y de toque rápido y está recuperando a seleccionados como Luis Montes y Carlos Peña (autores de los goles ante Toluca) para tranquilidad de Miguel Herrera. Con el descanso necesario, se espera que ambos resurjan en el Mundial.

Por su parte, el Toluca se fue cayendo poco a poco, tal vez por la inexperiencia de su entrenador José Cardozo, quien en La Bombonera dejó en la banca a Isaac Brizuela y prefirió a un Sinha fuera de ritmo. Cruz Azul fue el superlíder de la campaña, pero los escarlatas lucían como el equipo más compacto, sólido en defensa y peligroso al ataque, aunque hasta el paraguayo Pablo Velázquez perdió la portería rival.

Como se esperaba, hubo pocas sorpresas en la lista del Tri. Fue insólito el llamado de Carlos Salcido, a quien el Piojo no había considerado, pero resulta lógico porque el veterano puede ocupar varias posiciones y tiene la experiencia para, como se dice, armar grupo en una competencia tan difícil como el Mundial.

Herrera quiso ser demasiado justo en su convocatoria que fue injusto con Moisés Muñoz, a quien le apodaban Gordo, pero ya hasta había bajado de peso y además fue el baluarte para que el Piojo consiguiera el único título que presume en sus vitrinas. Sin ese campeonato, difícilmente Herrera hubiera sido elegido seleccionador. Además, en el aspecto deportivo, Muñoz está al nivel de Alfredo Talavera o Guillermo Ochoa, ya que Jesús Corona parece el titular indiscutible.

Lo criticable es el llamado de Francisco Rodríguez, quien no sólo bajó en forma alarmante su nivel futbolístico, sino que anda más preocupado en ofender al público y agredir rivales.

En lo demás, la lista del Tri es como la del supermercado: es para lo que alcanzó. El futbol mexicano no da para más y el llamado de siete elementos que militan en Europa, aunque pasen más tiempo en la banca, es reflejo de una selección a la que se le dan pocas posibilidades de superar la fase de grupos en el Mundial.

La nota positiva de la semana es el regreso al máximo circuito de los Leones Negros, un equipo que nació grande y que 20 años después aún sigue siendo recordado por los aficionados que los vieron jugar. La Universidad de Guadalajara tuvo que llegar a los penales para imponerse a los Tecos de la UAG, que también pertenece al Grupo Pachuca-Slim, que hubiera tenido un increíble fin de semana y, de paso, tres equipos en la primera división.

Mientras el balompié tapatío trata de resurgir, las Chivas parece que optarán por Víctor Manuel Vucetich y en realidad mucho necesitarán la magia del Rey Midas no para luchar por el título, sino para evitar el descenso.