Profesores y especialistas destacaron que no hay fundamento pedagógico que justifique la ampliación de la jornada escolar en el jardín de niños. Destacaron que no existen datos duros que demuestren que si un niño pasa más tiempo en la escuela va a aprender más, pues esto dependen de los contenidos y no del tiempo que pase en el plantel.

Reconocieron que ante el cambio en las pautas de vida de la sociedad, con ambos padres en el mercado laboral, hay una presión social para que los niños pequeños estén en espacios donde puedan estar seguros, pero esto no se alinea necesariamente a las necesidades educativas de los menores.

Luego del anuncio del secretario de Educación Pública Aurelio Nuño Mayer de que se ampliará una hora la jornada en prescolar a partir del próximo ciclo escolar 2016-2017, indicaron que hay un desconocimiento enorme de cómo opera el sistema educativo y de las condiciones en que están los planteles de prescolar.

Enrique Enríquez Ibarra, secretario general de la sección 9, indicó que en la capital del país, ante el incremento de los prescolares de tiempo completo hay una carencia de maestros, lo que ha generado grupos de más de 25 alumnos. Esto conlleva una carga excesiva debido a que son niños de 3 a 5 años, y demandan una atención y cuidados especiales.

De acuerdo con los resultados del Censo de Escuelas, Maestros, Alumnos de Educación Básica y Especial (Cemabe) en México hay 83 mil 331 planteles de prescolar, donde se atiende a 4.3 millones de niños. Por tipo de sostenimiento, 14 mil 737 son particulares y 68 mil 594 son públicos.

En cuanto a sus condiciones de infraestructura se detectó que 21.3 por ciento de los jardines de niños no cuentan con áreas deportivas y recreativas; mientras que casi cinco de cada 10 carecen de salidas de emergencia y 72.6 por ciento no tiene rampas para personas con discapacidad.

En cuanto al tipo de población atendida, los prescolares indígenas sólo cuentan con 6 mil 731 planteles, y para las comunidades rurales más alejadas operan 19 mil 974 escuelas comunitarias. En contraste, en la modalidad general se censaron 56 mil 626 planteles, que atienden a la población urbana, donde asiste 90.1 por ciento de la matrícula de prescolar.

Lucía Rivera, profesora-investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), recordó que desde 2002, cuando se aprobó la obligatoriedad del prescolar, se mantuvo el horario de tres horas, pero se optó, como ocurrió en la Ciudad de México, por incrementar el número de planteles de tiempo completo, lo que obligó a los maestros a laborar una jornada más amplia, recibiendo una compensación económica.

Con este anuncio, dijo, la medida se quiere generalizar, pero sin partir de un diagnóstico sobre cómo estamos y en qué va a beneficiar a los alumnos la extensión de la jornada.

Se impone una visión reduccionista al creer que más horas en la escuela se traducen en mejores aprendizajes, pero si revisamos los sistemas educativos de países más desarrollados el tema no es el número de horas, sino lo que hacen los niños durante la jornada escolar y a qué actividades, distintas de lo que hacen ahora, dedican el tiempo adicional.