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Sólo enfrenta a rivales a modo, agrega

Cotto tiene miedo a mi boxeo, afirma el Veneno
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de agosto de 2014, p. 5

Marco Antonio Veneno Rubio ha esperado mucho tiempo para ser campeón del mundo. En tres ocasiones lo intentó y fracasó. Ahora tiene el título interino de los pesos medianos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), pero no es suficiente. Porque sabe que nada se compara a conquistar el cetro absoluto, pero ese, el que todos reconocen, está en manos de Miguel Cotto. Ahí empieza el malestar de Rubio.

Veneno presiona y cuestiona la negativa de Cotto para enfrentar al campeón interino en un combate obligatorio. Porque –dice Rubio– no pueden andar por ahí dos campeones de la misma división, para eso el CMB debe hacer valer el reglamento.

Cotto tiene miedo a enfrentar a un peso mediano como yo, porque sabe que él no es de esta categoría, la suya es en wélter, dice Rubio con impaciencia por cumplir lo que ha esperado en 14 años de trayectoria profesional. Por eso quiere mantener este campeonato en peso mediano enfrentando a peleadores de divisiones menores y así no arriesgarse a perder.

La duración de un campeonato no sólo se defiende entre las cuerdas –expone Rubio–, y un monarca puede extenderse si sólo enfrenta a rivales a los que les lleve ventaja, como considera es el caso de Cotto.

Si no quiere quedarse sin el título, pues que inventen uno sólo para que lo disputen las estrellas como él, ironiza Rubio. “Y entonces que nos dejen a los boxeadores pelear por los verdaderos títulos, como siempre hemos hecho, con esfuerzo, sacrificio y valor.

Es una falta de respeto que el campeón no considere la opción de exponer ante el interino, critica Rubio. No sólo para mí sino para todo el gremio y para el boxeo en general.

Y para que no surjan suspicacias, Rubio asegura que su intención no es calentar el ambiente para enfrentar a Cotto, pues lo único que le interesa es conquistar el título absoluto de su división. Los boxeadores esperan toda la vida una oportunidad para ser campeones; a la mayoría nunca se les presenta. Yo no quiero que a mí me pase, concluye.