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Insuficiente combate a la pobreza; nuestras sociedades aún enfrentan inequidades: Peña

La Celac se integrará al órgano de la ONU para la paz en Colombia

Destaca Juan Manuel Santos la colocación de las víctimas en el centro de la solución al conflicto

Mandatarios pactan llevar a Naciones Unidas, en abril, una postura común sobre las drogas

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Jefes de Estado de los países miembros de la Celac en la clausura de la cuarta cumbre que se realizó en Ecuador. Tras la ceremonia el presidente anfitrión, Rafael Correa, entregó a su par de República Dominicana, Danilo Medina, la presidencia pro témpore del mecanismo regionalFoto Afp
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Niños ecuatorianos dieron la bienvenida al presidente Enrique Peña Nieto, ayer, al llegar a QuitoFoto Xinhua/Presidencia de México
Enviada
Periódico La Jornada
Jueves 28 de enero de 2016, p. 19

San Antonio de Pichincha, Ecuador.

Los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) se integrarán al órgano de verificación y monitoreo del cese del fuego y el cumplimiento de los acuerdos de paz en Colombia aprobado esta semana por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Al mismo tiempo, en la cuarta cumbre de este mecanismo regional se acordó convocar a una reunión urgente de ministros de Salud frente a la epidemia del zika. La presencia de afectados, sobre todo en El Salvador y en Brasil, ubica ya a esos países como casos complicados.

Centrada la discusión en encontrar mecanismos para atacar el problema de pobreza, donde se encuentra casi la tercera parte de los 614.4 millones de habitantes de la región, el presidente Enrique Peña Nieto habló de la insuficiencia de lo hecho hasta hoy en esa materia.

Aunque en América Latina se cumplieron, dijo, las metas de Desarrollo del Milenio sobre cobertura universal de enseñanza primaria, el acceso igualitario a la educación básica y la reducción de la mortalidad infantil, nuestras sociedades aún enfrentan graves inequidades.

A punto de regresar a México, Peña Nieto fue uno de los primeros en intervenir en la plenaria de clausura de esta cuarta cumbre de la Celac. Pidió a sus pares: ante nuestras diferencias, diálogo; ante nuestros retos, concertación porque justamente –les recordó– una de las principales fortalezas de Latinoamérica es la pluralidad y diversidad de sus sociedades.

Con notables ausencias como la del nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, o del uruguayo Tabaré Vázquez, la cita en la mitad del mundo fue atendida también por presidentes como Dilma Rousseff, de Brasil; Michelle Bachelet, de Chile; Nicolás Maduro, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; Ollanta Humala, de Perú, y Juan Manuel Santos, de Colombia. En total, 22 mandatarios.

Este último aprovechó la gran concentración de medios de comunicación aquí, para presentar los avances de las negociaciones de su gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombia (FARC). Eso mismo informó, dijo, a sus pares de la Celac, con acento en la colocación de las víctimas en el centro de la solución: sus derechos a la reparación, a la justicia, a la no repetición, estuvieron presentes en todas las discusiones. Y destacó la aprobación de la ONU en tiempo récord, para supervisar el cese de hostilidades y de entrega de armas, como un paso importantísimo que vuelve irreversible este proceso de paz.

El conflicto armado en Colombia, con más de 50 años de existencia, ‘a afectado a toda la región, pero es tal vez el único conflicto que se está resolviendo de manera dialogada y exitosa de cuantos afectan hoy al mundo. Sin embargo, y no obstante la insistencia de los periodistas, Santos se negó a dar detalles de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), hasta ahora en fase de confidencialidad.

En este encuentro, los jefes de Estado suscribieron el compromiso de buscar una sola posición para llevar ante la asamblea especial de la ONU, en abril, el tema específico de las drogas, pues, indicó Santos, las políticas prohibicionistas de 40 años no han permitido que se gane esta guerra, y por eso deben estudiarse y llevarse a la práctica medidas más novedosas y efectivas, sobre todo ante un fenómeno que afecta a todos los países.

Por la mañana, el anfitrión Rafael Correa había planteado sin ambages: la Celac en el mediano plazo debe remplazar a la Organización de Estados Americanos (OEA), que jamás funcionó adecuadamente, pero que hoy es más anacrónica que nunca. Fidel (Castro) la llamó acertadamente el Ministerio de las Colonias.

Además, demandó un sistema latinoamericano de derechos humanos, sin dobles estándares ni distorsiones geopolíticas.

En este contexto, el presidente Peña tuvo también tres reuniones bilaterales con los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales; de Panamá, Juan Carlos Varela, y de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.

El presidente Correa destacó al final del encuentro que se condenó el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, se rechazó la declaración estadunidense de que Venezuela es una amenaza para su seguridad nacional, y se respaldó el derecho soberano de Argentina a las islas Malvinas. En la cumbre de la Celac se aprobó el envío de una misión para analizar la situación política en Haití, y se acordó apoyar políticas de protección a los migrantes, entre otros rubros.

Una nueva cumbre donde se reiteran compromisos y buenas intenciones. Pero los números siguen ahí y los puso en la mesa el propio Peña Nieto: en América Latina, 20 por ciento de la población mejor remunerada concentra 54 por ciento de los ingresos.